“Ahora no le doy tantas vueltas a la cabeza; le hago más caso a la intuición”

El último número de la revista TU Lankide ha entrevistado al director Asier Altuna (Bergara, 1969). Asier acaba de presentar en el Festival de Cine de San Sebastián la película Karmele, en el 20 aniversario del exitoso largometraje Aupa Etxebeste!, dirigido junto a Telmo Esnal. En medio, ha sumado a su filmografía cuatro documentales, seis cortometrajes y otros tantos largometrajes. En este punto de inflexión, ha reflexionado sobre su trayectoria, su creación y su madurez.
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30/10/2025

¿Qué te atrajo de la novela de Kirmen Uribe y de la historia de Karmele Urresti para llevarla al cine?

La historia de la familia me sorprendió mucho. La expulsaron de su casa de Ondarroa y estuvo en Iparralde, París y Caracas, para luego volver de nuevo a Bilbao. En todo ese viaje, hubo muchos elementos: la guerra, la música… Txomin Letamendi, quien sería el marido de Karmele, era trompetista profesional. Por un lado, estaba el folclore del grupo musical Eresoinka, pero Txomin, al mismo tiempo, era un músico formado bajo la influencia del jazz. Además, trabajó para el servicio secreto americano. El hermano de Karmele fue capitán de gudaris; y otro estuvo en la cárcel de Ezkaba. Por lo tanto, la historia en sí me pareció muy cinematográfica; mi sensación era que había muchas aventuras y temas muy interesantes.

Esa fue la primera impresión. Luego, claro, empezaron los problemas cuando decidí escribir la historia. El problema era que todo eso no se podía meter en una película, que era muy difícil contarlo todo, y que tampoco era conveniente. Empecé a escribir el guión, y el trabajo principal que tuve que hacer fue eliminar elementos y decidir cuál sería el punto de vista. Por eso tuve que limitar la película en el tiempo.

La película combina guerra, exilio, amor y arte (música) en lugares como París y Caracas. ¿Cuáles han sido los mayores retos técnicos y artísticos al recrear una época histórica y un universo tan diverso en la gran pantalla?

Desde el punto de vista de la producción, es una película muy grande. Es una película de gran presupuesto, y hemos trabajado mucho en la búsqueda de localizaciones. Cuando son películas de época, las localizaciones suelen ser muy importantes para no tener que trabajar demasiado en postproducción a nivel digital.

Al mismo tiempo, hemos realizado un gran trabajo con el director de fotografía, el equipo artístico y muchos otros para fijar el tono de la película en cada época y lugar. Ese trabajo da mucho sentido al viaje y, al final, también a los personajes. La situación y el entorno te atrapan, y ayudan a los personajes a hacer ese camino, ese viaje emocional, por así decirlo.

Por eso creo que lo mejor que hemos hecho en esta película ha sido la preproducción: trabajar mucho antes de ir a rodar. Gracias a eso, llegamos al rodaje muy bien preparados. La película estaba bien atada, teníamos toda la música grabada, las localizaciones decididas, habíamos ensayado con los actores… La verdad es que el rodaje fue muy bien.

“Había muchos temas y aventuras, pero yo quería contar la historia a través de los personajes”

Eres uno de los pocos directores en Euskal Herria capaz de hacer una comedia social de éxito (la saga Etxebeste) y un drama existencial y poético (Amama). ¿Qué te lleva al humor o al drama a la hora de contar una historia?

Claramente, Telmo es quien me lleva al humor. Me río mucho con él, y cuando empezamos a hacer cortometrajes teníamos una gran complicidad. La verdad es que nuestros inicios están ahí: esos cortos, Brinkola… Y, claro, Aupa Etxebeste! también tiene mucho de comedia. Sin embargo, en esa película también hay un poso social y una crítica. Al final, quiero hacer buenas películas. Ese ha sido mi reto desde el principio: hacer películas pulcras y contar las historias lo mejor posible.

Hubo una época en la que hice con Telmo un camino y un cierto tipo de películas, pero luego cada uno, tanto Telmo como yo, apostamos por hacer películas por nuestra cuenta: que cada uno afronte su película en solitario, contar las historias desde dentro… De todos modos, muchas veces echaba de menos tenerle al lado en el rodaje, porque a menudo el proceso es más fácil. Cuando lo afrontas en solitario, el reto es mayor; tú tomas todas las decisiones, y la película es completamente tuya.

Por lo tanto, trabajar juntos nos llevaba a contar un cierto tipo de historias, y en los trabajos en solitario, cada uno tomó otro camino.

Este año se cumplen 20 años del fenómeno Aupa Etxebeste!, tu primer largometraje. Si cierras los ojos y vuelves a aquel Zinemaldia de 2005, ¿qué te viene a la cabeza?

Yo recuerdo Aupa Etxebeste! como una oportunidad. Era nuestra primera película, a partir de un guión escrito por nosotros, y fue un gran reto plantear el rodaje y todo lo demás. Nos tomamos el trabajo muy en serio, ambos. Luego, recuerdo el estreno en el Festival de San Sebastián, que fue muy bonito. Siendo nuestro primer largometraje, nos incluyeron en la sección de Nuevos Directores y ganamos el Premio de la Juventud. ¡Alucinamos cuando recibimos el premio! Nos lo entregó Anjelica Huston. Era una cabeza más alta que nosotros. La agarramos por la cintura, felices, disfrutando del momento. Éramos jóvenes y lo pasamos increíblemente bien.

Después de eso, también recuerdo el éxito que tuvo en las salas, cómo venía la gente. Y, por último, fuimos a festivales de cine de todo el mundo con la película. Recuerdo, por ejemplo, cuando la presentamos en Shanghái. Allí me di cuenta de que los chinos también se reían con nuestro humor. Cuando terminó la proyección, aquella gran sala estaba llena y la gente nos pedía autógrafos. Yo me reía, sin poder creerlo. Hicimos un montón de viajes así; fue una experiencia preciosa.

En estos veinte años, ¿cómo ha cambiado Asier Altuna como cineasta?

Creo que ahora tengo más paciencia; se nota que no tengo prisa para hacer las cosas. Entiendo que cada cosa tiene su momento, y esa ansiedad que puedes tener de joven ya no es para tanto. Hago las cosas con calma. Siento que ahora tengo más facilidad para contar historias, la que quizás no tenía antes. No le doy tantas vueltas a la cabeza y, tal vez, de vez en cuando, le hago más caso al corazón o a la intuición que a cualquier otra cosa.

¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos?

En este momento estoy terminando un guión. En realidad, tenía escrito desde hace tiempo, pero Karmele se le adelantó. Ahora, en cuanto termine este guión, empezaré a buscar financiación.

A lo largo de tu carrera, ¿has tenido alguna conexión con el cooperativismo?

Recuerdo que estuve para hacer algo sobre Arizmendiarrieta y que empecé a investigar, pero, luego, por una cosa o por otra, el proyecto quedó aparcado.