"Veo un Eroski rentable, con un proyecto empresarial y social ambicioso e ilusionante"

Agustín Markaide llega a la meta de su trayectoria profesional en Eroski con los mejores números de los últimos años. Ha sido un viaje intenso que ha sabido pilotar apoyándose en sus convicciones cooperativas, en su capacidad de gestión y en la confianza en sus equipos. Eroski inicia ahora una nueva etapa post Markaide, con Rosa Carabel al frente del proyecto.
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Agustín Markaide, presidente de Eroski, se jubila el próximo mes de julio.
25/05/2022

Hay algunas cosas que llaman la atención en el amplio despacho de Agustín en la sede central de Eroski en Elorrio (Bizkaia). La sensación de pulcritud y de orden, también de modernidad, un buen número de plantas –cómo no– y un María Moliner que, desplazado por los avances tecnológicos, ahora hace de trípode de la cámara, artefacto indispensable para las cada vez más habituales sesiones telemáticas. Nos recibe amablemente, fiel a su estilo, después de haber recogido, días antes, el premio "Food 4 Future", un reconocimiento a su trayectoria profesional. Además de una placa conmemorativa le entregaron un cheque de 10.000 euros que ha destinado íntegramente a Mundukide, "una ONG muy próxima a nosotros que hace una labor encomiable en muchos países". 

A las puertas de tu jubilación, háblame un poco de tus sensaciones.

Es el momento en que Eroski necesita cambiar después de una etapa dura y larga, y coincide con el inicio de un nuevo tiempo también para mi. Tengo una sensación de satisfacción por cómo se ha dado el proceso, de forma muy natural.

Tenemos un equipo magnífico y un liderazgo extraordinario, con órganos fuertes, un colectivo comprometido y un proyecto ambicioso e ilusionante. Obviamente, me apena alejarme de ese futuro, no estar en ese nuevo ciclo para Eroski, pero disfrutaré con él.

¿Con qué predisposición te enfrentas a tu nueva etapa vital?

En lo personal, lo estoy viviendo con tranquilidad, no me emociona, no estoy deseando que llegue, pero tampoco me preocupa. Lo acepto, es una etapa natural, y como tengo muchos intereses y muchas ganas de hacer cosas que no he podido hacer, no me preocupa tanto. 

¿Qué dirías de tu paso por Eroski? ¿Cómo resumirías tus 11 años en la presidencia?

Lo que sobrevuela sobre todo este ciclo es que hemos tenido que gestionar el golpe de varias crisis. En la de 2008 sufrimos económica y financieramente y nos dedicamos a "resistir" y "transformar", que es el lenguaje empleado internamente para definir nuestra situación en años pasados. Hemos hecho muchos sacrificios y esfuerzos y lo hemos hecho con mucha cohesión y compromiso. Y ahora es tiempo de "reforzar" y "avanzar".

En Eroski nunca hemos sido mejores cooperativistas que ahora. Hemos practicado la solidaridad, el "nosotros" antes que el "yo" el futuro del proyecto antes que nuestro presente, la participación comprometida, la responsabilidad con la sociedad en la pandemia, con los más vulnerables…

Lo cierto es que ha sido un viaje, en lo empresarial, "agitado", con muchas turbulencias (Caprabo, AFSES, reestructuración financiera, reducción del perímetro…) ¿No es así?

Los problemas se acumularon de repente, todos. Y nosotros no estábamos habituados a gestionar este tipo de problemas, lo nuestro había sido lo contrario, gestionar el crecimiento, la gestión en positivo. Pasar de un modo de gestionar a otro y de un discurso social a otro, implica hacer una travesía, una especie de duelo hasta llegar a la aceptación y a aprender qué hacer y cómo hacerlo. Y eso no se hace de la noche a la mañana.

En 2012, con la segunda crisis, fuimos conscientes de que iba a ser complicado recuperar la demanda y el comportamiento del mercado, y que nos iba a tocar vivir, una vez más, tiempos difíciles.  No iba a ser fácil ni rápido, pero dependíamos de nosotros mismos y decidimos hacerlo entre todos, sin atajos. Y salvar nuestro proyecto cooperativo y nuestra empresa y de ahí nació el eslogan "resistir y transformar".

Tuvimos que llegar a acuerdos que fueran satisfactorios para todos, con todos aquellos que se vieron afectados por nuestra situación, sobre todo nuestros acreedores, entidades financieras y particulares. Y hemos cumplido todos y cada uno de los acuerdos en los que nos comprometimos. Ha sido un cúmulo de problemáticas y hemos necesitado mucho tiempo para ir resolviéndolo, pero afortunadamente estamos ahora con un tipo de problemas más ordinario. 

En el plano cooperativo y a pesar de ser una empresa grande, ¿confirmas que las personas de Eroski viven y se identifican con los valores cooperativos? 

No cabe ninguna duda de que sí, si no, no estaríamos aquí. Si en 2010 hubiéramos sido una sociedad anónima tradicional, ya habríamos tirado la toalla. ¿Quién hubiera soportado el proyecto? ¿El accionista? ¿El director? Con 80 opciones para elegir fuera, ¿quién hubiera sostenido el proyecto? Nosotros, todos, hemos sostenido el proyecto y lo hemos recuperado. Y lo hemos hecho porque las cooperativas defendemos nuestra casa "aitaren etxea", y tenemos alma (el proyecto colectivo). Hoy somos más cooperativa que hace 10 años. Porque lo hemos puesto a prueba, hemos tenido que practicar todos los valores que tenemos escritos en los papeles. Nunca hemos sido mejores cooperativistas y más conscientes. Hemos practicado la solidaridad, el "nosotros" antes que el "yo" el futuro del proyecto antes que nuestro presente, la participación comprometida, la responsabilidad con la sociedad en la pandemia, con los más vulnerables… Probablemente lo hayamos hecho así, porque ya teníamos un sustrato teórico, pero ahora hemos hecho el doctorado.

En cualquier cooperativa los que se comprometen con el proyecto no pueden ser solo unos cuantos, porque si fuera así, el proyecto no superaría las incidencias. Y cuando se tienen muchos centros de trabajo es necesario que haya un nivel alto de compromiso en todos y cada uno de los mismos. Es verdad que, en ningún colectivo, y tampoco en Eroski, esto supone que todos vibremos de la misma manera con las mismas cosas. Pero los que tiramos y empujamos el carro somos, y debemos ser, muchos más que los que van dentro del carro. 

La alimentación va a vivir unos años de extraordinario cambio, hacia una alimentación más saludable y sostenible. Habrá muchos retos y oportunidades. Las que se arriesguen pueden no acertar, las que no se arriesguen no acertarán, seguro.

"Personas sencillas individualmente, extraordinarias en equipo"

En tu opinión, y a pesar de que intuyo la respuesta, ¿cuál es el gran valor de Eroski, el que le ha permitido afrontar todo tipo de situaciones adversas?

Las personas de la cooperativa, conscientes y comprometidas. Somos una cooperativa de gente muy sencilla, no somos una cooperativa de alta tecnología en la que el nivel medio sea de doctores, somos gente corriente, individualmente corrientes, pero extraordinarias como equipo. Nuestro proyecto ha sido construido con decisiones y soporte a decisiones colectivas. Nunca habíamos informado tanto, nunca habíamos preguntado tanto, y las respuestas han estado siempre del lado de la confianza, el compromiso, el empuje, el aliento… ¡Ha sido admirable!

También los consumidores hicieron su papel, porque nosotros estábamos noqueados por el golpe, y nos demostraron que apreciaban el capital de confianza que se había creado durante años hacia Eroski y nos dieron la oportunidad de seguir haciéndolo, respondieron favorablemente a nuestros cambios, la nueva tienda, el nuevo club Eroski, la nueva forma de ser socio "de cuota"…

Tu papel también ha sido decisivo, dicen quienes conocen Eroski.

Lo relativizo. Por dos razones, yo no le dejo al ‘bicho’ del ego que campe a sus anchas porque puede transformar a las personas en seres poco sociales. Si no se le ponen barreras, crece demasiado, no tiene límites. Y, sobre todo, porque creo que cualquier persona a la que le hubiera correspondido estar al frente, hubiera sido decisiva, ya que era el momento y las circunstancias las que lo determinaban.

Me preguntaba con bastante frecuencia si era la persona que Eroski necesitaba y confrontaba con el consejo rector que, erre que erre, insistía en que siguiera. Me conozco bastante, mis fortalezas y debilidades, y afortunadamente el equipo completaba mucho mis debilidades.

En todo caso, lo que sí he hecho es comprometerme hasta el fondo, convencido de que el barco no se iba a hundir, y si lo hacía, yo iría en él.

MONDRAGON es mucho más que la suma de las ventas o resultados de las empresas que contiene. Es una experiencia y una esperanza de organización social basada en las personas. Por tanto, MONDRAGON como experiencia y como referente utópico tiene mucha proyección de futuro. 

¿Alguna técnica especial para sobrellevar este tipo de situaciones?

Compartirlo con los demás era el bálsamo, hablar de las cosas y buscar las soluciones. El peor momento es enfrentarte al problema, cuando todavía no encuentras la salida. Pero con una salida, baja la tensión y te focalizas en ella. Y las salidas se encuentran casi siempre con el equipo, debatiendo opciones, sopesando consecuencias, alternativas… Seguramente haya otras personas que lo hagan bien de otra forma, pero yo prefería esta manera, en equipo, porque el equipo mejora las decisiones, siempre.

 

El futuro de Eroski 

¿Qué futuro le ves a la dimensión empresarial, competitiva del proyecto? ¿Eres optimista? ¿Cómo te lo imaginas en 2030?

Cuando estudiaba en la universidad recuerdo que nos decían que cualquier empresa está a cinco años de su desaparición, que tiene que estar continuamente renovándose. Y ahora ese tiempo de cinco años se ha acortado todavía más.

La alimentación va a vivir unos años de extraordinario cambio, hacia una alimentación más saludable y sostenible, no solo la distribución, también el sector primario y la transformación. Y en este contexto habrá muchos retos y oportunidades, y muchas empresas nacerán y crecerán y otras desaparecerán. Las que se arriesguen pueden no acertar, las que no se arriesguen no acertarán seguro.

Eroski escribió en su misión, hace casi 20 años, que debíamos procurar una alimentación más sana y sostenible, esto que ahora se escribe en los memorandos europeos. Estamos más preparados que otros y tenemos un camino recorrido que nos pone en la mejor posición para ejercer un papel de liderazgo en esta transformación.  La sensibilidad de una cooperativa de consumidores (que están en sus órganos de decisión) es la que nos permite adelantarnos a los tiempos. Estamos bien situados, preparados para esa alimentación saludable y sostenible. En algunas de las cosas nadie hace una quinta parte de lo que nosotros hacemos, en productos de cercanía o en información al consumidor, por ejemplo. El entorno es muy complicado (Ucrania, energía…) Así y todo, los factores más complicados serán los propios de la competencia y del negocio, el valor que das, el precio… van a ser una batalla continua. Pero, después de todo lo que hemos logrado estos años…

O sea, que tú ves un Eroski rentable los próximos años.

Rentable y además con un proyecto empresarial y social verdaderamente apasionante.

Un agradecimiento sentido a todas las personas de las que he aprendido, a las que me han dado la oportunidad de participar en el proyecto cooperativo, del que estoy muy orgulloso de haber participado.

También has sido presidente del Congreso durante muchos años. ¿Qué futuro le auguras al cooperativismo?

El cooperativismo y el modelo de MONDRAGON en concreto se enfrentan a muchos retos, como todos los modelos de gestión. La sociedad está cambiando en su funcionamiento, sus metas y sus necesidades. Retos que impone una sociedad que quiere participar más, gobernanzas más exigentes, cambios en el papel de empresas clave en los países…

Además, se enfrenta a los mismos dilemas de cualquier organismo, crecer, multiplicarse en su misión, y transformarse para adaptarse y volver a crecer. Si no, como cualquier organismo, solo le queda envejecer y desaparecer.

Pero las capacidades de los proyectos basados en las personas en cooperación tienen unas fortalezas que son de enorme potencial, nosotros defendemos nuestra casa (el arraigo, "gure aitaren etxea") y lo hacemos con alma (nuestro proyecto de cooperación), y abordamos cualquier reto desde esas premisas. Cosas que el capital no tiene, esto solo lo tienen las personas.

Creo que debemos tener la valentía de transformar lo necesario para preservar lo esencial y tener la sabiduría para saber distinguir qué es lo esencial. Que no es, a mi juicio, la forma jurídica sino la verdadera misión del proyecto, que en una cooperativa debe ser una misión social y que trascienda a los protagonistas actuales.

Creo que la idea de MONDRAGON es mucho más que la suma de las ventas o resultados de las empresas que contiene. Es una experiencia y una esperanza de organización social basada en las personas. A mi me emocionó mucho leer no hace mucho una entrevista a Chomsky publicada en un periódico de tirada nacional en la que, espontáneamente hablaba de MONDRAGON como una esperanza para la sociedad.

Se suele decir que, para las empresas grandes de MONDRAGON, la Corporación no les aporta nada, y que a las pequeñas sí les sirve. Pero este tipo de expresiones incorpora una mirada incompleta de lo que MONDRAGON nos aporta como referencia constante de una utopía social que cada uno de nosotros solos no puede construir.

Por tanto, MONDRAGON como experiencia y como referente utópico tiene mucha proyección de futuro.  

 

"Soy tendero" 

¿Qué planes tienes?

En los asuntos personales tengo muchos intereses, en realidad me interesa casi todo, viajar, leer, pintar, música… aficiones que siempre he dejado a medias para volver sobre ellas algún día. Y en otro tipo de asuntos, no me he planteado nada, solo me he dedicado a mi trabajo. Pero tendré tiempo de pensarlo. Hasta el final solo voy a tener una cosa en la cabeza, que es Eroski, y luego ya veremos. No voy a precipitar nada en meses. Necesito vaciar y reflexionar antes de volver a llenar.

¿Eres tendero, Agustín?

Sí. Empecé siendo tendero de chaval. Me gustaba ir a la plaza a vender, me picaba el gusanillo del comercio. Teníamos verduras del caserío y un negocio de plantas y flores. Me encantaba, sabía cómo preparar el escaparate, la venta y la posventa. Y esto lo hice hasta que me fui fuera a estudiar.

¿El momento más crítico de tu etapa profesional?

Desde un poco antes de asumir la presidencia hasta tres o cuatro años después, 2010-2015. Ya después dominaba más lo de "transformar" que lo de "resistir". Personalmente, fue una etapa muy dura, emocionalmente equivalente al dolor que produce la muerte de un ser querido.

¿Vives ahora el momento más dulce?

Este es el momento de la vanidad, la gente es muy buena, te halaga y te da las gracias, y me parece normal, yo haría lo mismo con otras personas en esta situación, de manera que, en fin, participo de la ceremonia, pero intento no creerme todo, seguir controlando el bicho del ego, que no se venga arriba.

Que te vaya bien en la nueva etapa…

Eskerrik asko! Un agradecimiento sentido a todas las personas de las que he aprendido, a las que me han dado la oportunidad de participar en el proyecto cooperativo, del que estoy muy orgulloso de haber participado. Y pedir disculpas por no haberlo hecho mejor.

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