Reportaje: modelo cooperativo y transformación social

Hemos reunido en el Centro de Formación Cooperativa de Otalora a Aritz Otxandiano (responsable de Innovación Social del Grupo Fagor), Raul García (presidente de Grupo ULMA) e Iker Estensoro (presidente de Orkli) con el objetivo de charlar sobre el modelo cooperativo y la transformación social.
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11/04/2019
  1. Para empezar, ¿cómo definiríais un concepto tan amplio como la transformación social? ¿cómo ha contribuido el modelo cooperativo a la transformación social?

Raul García. Vivimos en una comarca muy igualitaria en muchos sentidos. Las cooperativas han sido impulsoras de un reparto de la riqueza mucho más equitativa que en lugares donde no se ha desarrollado el modelo. Asimismo, la generación de empleo y el mantenimiento del mismo también es una aportación muy importante del cooperativismo. Gracias al modelo cooperativo gozamos de una cultura igualitaria mucho mayor que en otros lugares de Euskadi. Otra evidencia es que nuestras organizaciones están pensando en el desarrollo social.

Aritz Otxandiano. La transformación social es para mía esa vocación de contribuir a dar respuesta a las necesidades de la comunidad. Y en cuanto a la contribución de las cooperativas, destacaría el reparto equitativo de la riqueza y la democratización de la economía.

Iker Estensoro. En el Goierri, por ejemplo, la existencia de varias cooperativas ha sido importante. Por la propia apuesta que hacen las cooperativas por el futuro de su entorno. Una apuesta colaborativa con organizaciones diversas. Creo, sinceramente, que la cooperativa ha impulsado un proyecto de futuro para la propia comarca.

TU lankide - mesa redonda sobre transformación social y modelo cooperativo

  1. Pero, no se trata de algo nuevo para nosotros, puesto que muchos factores que ahora se mencionan han estado siempre en nuestro ADN: reparto de la riqueza, compromiso con el entorno, inter-cooperación, empleo sostenible, participación en la propiedad… ¿Qué otros atributos añadiríais?

R.G.: El modelo cooperativo es un ejemplo de autogestión. La cooperativa pone en manos de los protagonistas, los trabajadores, las riendas de su propio futuro. La autogestión es otro de los atributos importantes, con una visión social compartida.

I.E.: La responsabilidad que tenemos con nuestro entorno más cercano nos diferencia. No trabajamos exclusivamente por un beneficio propio.

A.O.: Somos una experiencia basada en las personas pero al servicio de la comunidad. Históricamente hemos estado y debemos seguir estando con el foco puesto en las necesidades de la comunidad, para dar respuesta a dichas demandas.

I.E.: Con el objetivo, además, de que sean necesidades sostenibles en el tiempo.

A.O.: Debemos definir una estrategia al respecto. Hay muchas empresas que no son cooperativas pero que, en el marco de la Responsabilidad Social Corporativa, han introducido el compromiso social en su estrategia empresarial. En ese sentido, creo que a nosotros nos falta explicitar qué aportación hacemos o queremos hacer a la sociedad, definir prioridades, objetivos y políticas y comunicarlo a nuestros socios y la sociedad. Debemos incorporar este ámbito de la transformación social y la innovación social en la gestión de las cooperativas. O dicho de otra forma, debemos añadir la dimensión social a nuestra estrategia empresarial.

I.E.: El mercado debe valorar más la responsabilidad que tienen nuestras cooperativas hacia su sociedad.

MONDRAGON es una experiencia de innovación social a gran escala.
  1. La economía social y nuestro modelo cooperativo son referencia en el ámbito cercano y también en el internacional. A menudo se menciona que es un buen modelo para hacer frente a problemas globales de empleo, pobreza, desigualdad…

R.G.: Tengo la sensación de que se nos valora mucho más fuera de nuestras fronteras que en nuestra propia casa. Lamentablemente dentro de casa existe una carencia general de la cultura cooperativa. No entendemos los conceptos, los principios, no los tenemos interiorizados y cualquier cambio normativo puede ser una auténtica odisea. Hay cuestiones que pueden  parecer de cajón pero generan muchas barreras por parte del colectivo.

A.O.: Estoy de acuerdo. Creo que en nuestra comunidad cooperativa no está lo suficientemente valorada la aportación que la experiencia cooperativa de Mondragon hace a la sociedad. En este sentido, el hecho de que las nuevas generaciones nos estemos sumando a una realidad ya construida y el tamaño de las organizaciones no facilitan la vivencia cooperativa. Por otra parte, creo que las instituciones públicas tampoco valoran lo suficiente a MONDRAGON. Somos una experiencia única en el mundo, una experiencia de innovación social a gran escala y seguramente estamos más reconocidos fuera que dentro, y cuando digo dentro, me refiero a la propia cooperativa y también a la administración.

R.G.: Debemos transitar hacia lo que verdaderamente somos, empresa pero a la vez actor social importante. La sociedad no solo nos debe ver como una gran empresa, sino más como un un actor social –somos empresa pero a la vez tenemos una enorme vocación social- que puede aportar muchísimo. Somos una herramienta más al servicio de la transformación de las sociedad.

I.E.: Las entidades que reciben nuestra colaboración no reciben por nuestra parte el cariño suficiente. Están muy agradecidos y no les dedicamos demasiado tiempo. Debemos compartir mucho más.

Debemos transitar hacia lo que verdaderamente somos, empresa pero a la vez actor social importante. 
  1. La sociedad está en continuo cambio y ello requiere también, por nuestra parte, ir adaptándonos. ¿Debemos actualizar, entonces, nuestro modelo, el discurso, la narrativa…?

A.O.: Debemos recuperar el vínculo entre la cooperativa y la comunidad de la que somos parte. Las cooperativas propiciamos un reparto más equitativo de la riqueza, pero hay otros retos sociales en los que también debemos implicarnos. Por ejemplo la igualdad de género o el cambio climático. Las cooperativas también somos generadores de cambio climático, y como parte del problema, también nos corresponde ser parte de la solución. En mi opinión hay que trabajar en dos planos diferentes; por una parte en un plano más interno, incorporando los nuevos retos sociales en la estrategia y la gestión de la cooperativa. Y por otra parte debemos abrirnos más y cooperar con el resto de agentes del territorio. En este sentido, la escala comarcal es una escala interesante para experimentar con nuevos modelos de colaboración público-comunitaria.

R.G.: Debemos construir un relato que aúne nuestra dimensión social y nuestra dimensión empresarial. La dimensión social no resta y a raíz de la última crisis se están buscando modelos que aúnen la competitividad económica y la dimensión social. Creo sinceramente que tenemos la oportunidad de construir un nuevo discurso que integre las dos dimensiones. Que la dimensión social aporte a la competitividad, y la dimensión empresarial aporte a la sociedad. Necesitamos mayor coherencia.

I.E.: La elección de nuestros profesionales también deben ir en línea a lo que dice Raúl, ya que nuestras personas necesitan trabajar dicha dimensión. Grandes empresas como BBVA, Iberdrola o Ferrovial están ejecutando dicho discurso y nosotros, como MONDRAGON, debemos construirlo. MONDRAGON debe ser referencia en la vinculación de los retos sociales con los objetivos de desarrollo sostenible.

  1. El arraigo al territorio es una palanca importante. En este sentido, ¿cómo se está vertebrando en la práctica? ¿hay proyectos comarcales, ecosistemas donde interactúan diferentes agentes? 

I.E.: En Goierri se están haciendo cosas y existe interacción entre diversas entidades. Fruto de esa colaboración hemos puesto en marcha una nueva incubadora de empresas en Goieki, para impulsar el emprendizaje…

A.O.: En Debagoiena está en marcha la plataforma de innovación abierta, en el que diferentes agentes (universidad, instituciones públicas, cooperativas, empresas y agentes sociales) estamos colaborando para, a partir de una metodología de escucha, co-creación y prototipado, hacer frente a los retos que tiene la comarca.

R.G.: Debemos aprovechar cada foro, cada lugar, para poner en valor nuestra experiencia. A nivel comarcal, a nivel local, a nivel cooperativo… Actuar y que se nos vea como agentes sociales.