Hace un año, la cooperativa Ausolan y Kurutziaga Ikastola dieron un paso pionero en la sostenibilidad escolar al obtener la certificación de Comedor Eco-responsable, otorgada por Bureau Veritas. Ahora, este comedor se ha recertificado, manteniendo sus estándares, convirtiéndose en un referente, y demostrando que un modelo eco-responsable es posible y beneficioso para todos.
A diferencia de otras certificadoras, el sello de Bureau Veritas exige evidencias continuas y mejora constante. Según Nuria Carbajales, directora de Sistemas de Gestión de Ausolan, esta auditoría no es un trámite: "Requiere demostrar día a día que el comedor es un espacio educativo, saludable y comprometido con el entorno. Por eso, es un logro colectivo que pone en valor el esfuerzo de todo el equipo y de la comunidad educativa".
Durante este primer año, se ha puesto el foco en la reducción del desperdicio alimentario y la optimización de recursos a través de medidas concretas como:
- Una nueva metodología para medir y reducir el residuo orgánico, clasificándolo a diario en consumible y no consumible, lo que permite diseñar acciones más precisas.
- La implicación directa del alumnado de más edad en la separación, pesaje y control de residuos, fortaleciendo el enfoque pedagógico del comedor.
- La eliminación total del plástico de un solo uso entre los comensales, sustituyéndolo por envases reutilizables.
- La colaboración con proveedores para adaptar los formatos de productos y reducir el uso de envases plásticos.
- La designación del alumnado mayor como "Embajadores del Decálogo del Desperdicio", una figura educativa clave para fomentar hábitos sostenibles.
- La renovación de equipamiento en cocina y comedor (marmitas, mesas calientes y caldera) para mejorar la eficiencia energética.
Con una trayectoria consolidada en sostenibilidad, la alianza entre Ausolan y Kurutziaga Ikastola demuestra que el comedor escolar puede ser un espacio de aprendizaje y concienciación, donde cada acción contribuye a un futuro más responsable.
