¿Se ha perdido el espíritu cooperativo? (VI)
El impulsor Arizmendiarrieta, en su esfuerzo por cambiar la sociedad, buscaba una nueva fórmula empresarial. En cuanto a las empresas industriales, conocía las cooperativas de producción, pero a lo largo de la historia no habían sido muy fructíferas. Por otro lado, no menospreciaba lo que de provecho pudieran tener las Sociedades Anónimas. Así, los estatutos que estaba diseñando para Ulgor se llaman, en una versión de 1956, "Estatutos de la Sociedad Talleres Ulgor, S.A.". Lo que Arizmendiarrieta llevó a cabo fue un experimento. Sin embargo, en la legislación de entonces no tenía cabida. Durante tres años tras la puesta en producción de Ulgor –entre 1956 y 1959– los fundadores y Arizmendiarrieta hará innumerables idas y venidas a Madrid hasta que las autoridades legalmente consideren a la hasta entonces "Ulgor” como “Ulgor, Sociedad Cooperativa".
“Siendo un experimento, también era una apuesta personal para los fundadores el camino de las cooperativas: una fórmula empresarial que nadie había utilizado anteriormente”
Es significativo lo que escribió en 1966 el experto en cooperativismo Fernando Elena (Toledo, 1933): «Todavía para muchos (…) el grupo cooperativo de Mondragón constituye una auténtica desviación del movimiento cooperativo ortodoxo. (…) Por ello me he permitido dedicar un capítulo entero… Para que después podamos juzgar con conocimiento de causa si es o no cooperativismo aquello. Quizá, incluso, para que cada uno podamos llegar a la conclusión de que, si no es cooperativismo, es mejor y más eficaz que el cooperativismo lo que están haciendo».
Siendo un experimento, también era una apuesta personal para los fundadores. Abandonaron su puesto de trabajo, cargos de alta responsabilidad (entre otros, en la Unión Cerrajera), y emprendieron un camino desconocido: una fórmula empresarial que nadie había utilizado anteriormente. Se puede traer aquí la frase de los hermanos Wright cuando inventaron el avión: "Isn’t it astonishing that all these secrets have been preserved for so many years just so we could discover them!". Parafraseando, los iniciadores podrían haber dicho: "¡No es sorprendente que ese secreto haya estado guardado durante tantos años hasta que lo hemos descubierto nosotros!". Descubrieron el modelo de empresa que es eficaz económica y socialmente.
Quienes se unieron al proyecto no sabían qué era una cooperativa. Tampoco sabían qué era el espíritu cooperativo. Y funcionó.
Y funciona.