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Adiós maestro y consejero
A lo largo de la vida nos vamos encontrando con un número significativo de personas que nos ayudan con su ejemplo en nuestro camino personal y profesional; algunas destacan por su influencia y las consideramos nuestros maestros.
Para mi José María Ormaetxea empezó siendo un referente para convertirse posteriormente en mi maestro en valores.
Valores que practicaba con convicción y disciplina. Destacaría en primer lugar su “Generosidad”. Promovió la creación de un gran grupo empresarial cooperativo sin buscarse prebendas personales, siempre defendiendo el abanico retributivo cooperativo de Mondragon.
Practicó la “Solidaridad” intercooperativa, transfiriendo resultados de Caja Laboral a favor de las nuevas cooperativas de trabajo asociado y de cooperativas en dificultades económicas, mediante la reducción al 8%, 4%, 0% de los tipos de interés, que en aquella época los tipos de interés habituales eran de dos dígitos (12%-14%) y la condonación de préstamos. Sin estas ayudas muchas de las actuales cooperativas más importantes de Mondragon no hubiesen subsistido. No le faltaron críticas internas en Caja Laboral pero prevaleció siempre la defensa de las cooperativas y sus cooperativistas.
Todo ello desde la “Rigurosidad” y la “Entrega sin límites”. Fue una persona muy exigente, en primer lugar, consigo mismo, y también con su equipo de colaboradores, a quienes nos exigía pasión por el trabajo bien hecho, disciplina y responsabilidad, hasta el punto de hacernos temblar cuando nos llamaba a su despacho.
Podría seguir desgranando los muchos valores que adornaban la figura de Ormaetxea, reconocidos por propios y extraños, pero concluiré con su “Religiosidad trascendente”. Como fiel discípulo de Arizmendiarrieta, era un cristiano ferviente y practicante. Siempre recordaré que en los viajes de prospección empresarial a los que tuve la suerte de acompañarle en Alemania, Canadá, Estados Unidos, etc. la asistencia a misa los domingos era imperdonable y nos recordaba que a la casa del Señor se acudía con las mejores galas.
Estoy seguro de que en estos momentos estará reunido con Arizmendiarrieta dándole cuentas del trabajo realizado para el desarrollo de la Experiencia Cooperativa de Mondragón y que recibirá una calificación Cum Laude.
Descansa en paz José María, por tu obra nunca podremos olvidarte.
José Ignacio Gárate