Economía social: ¿Competitiva o competente?

Economía social: ¿Competitiva o competente?

Jorge Bragulat, Maestria Virtual en Economía Social, Comunitaria y Solidaria (Untref)
Estamos acostumbrados a escuchar y a repetir que las entidades o empresas deben ser competitivas.
10/10/2023

¿Qué es ser competitiva? En términos capitalistas significa que la producción de bienes o servicios se hace de forma eficiente, para llegar al mercado al más bajo costo. De esta manera los productos tendrán mayores posibilidades de ser comprados, con lo que la empresa vendedora se asegura beneficios. La teoría capitalista cree que las empresas confluyen en el mercado donde el consumidor, cuando compra, las elige. Y, con ese mecanismo generalizado, se autorregula el mercado superviviendo la más competitiva. No se necesitaría la presencia de nadie para organizar el mercado ni para regularlo. Pero esto no es cierto dentro del sistema capitalista. Con la libre competencia a ultranza se tiende al monopolio ya que la empresa más grande, por escala, tecnología y poder financiero, terminará siendo la que más vende y la que desplaza a todas las demás, quedándose con la posición dominante o monopólica del mercado. Así después podrá fijar el precio a su antojo ya que eliminó a toda la competencia perjudicando al consumidor.

Por eso es que a través del Estado aparecen las leyes antimonopólicas para que no se llegue a esa situación límite a la que naturalmente se arribaría si se deja todo librado a que el famoso libre mercado actúe. La gran contradicción de fomentar la competencia o de ser competitivo sin que nadie le ponga freno, es que se desatada automáticamente el mecanismo hacia el monopolio al que el Estado capitalista, aunque no quiera, debe regular porque el mercado sólo no se autorregula y el consumidor--ciudadano queda indefenso. La competencia en términos capitalistas significa destruir al otro o desplazarlo.

Pero para que la empresa sea competitiva es necesario que quienes trabajan y la gestionan tengan esa convicción y asuman una conducta personal también competitiva que la aplicarán no solamente al campo económico de la empresa sino que formará parte de un hábito, de una manera de ser y que, finalmente, se hará su cultura. Y así el sistema económico capitalista moldea un ser humano que será competitivo en todos los órdenes de la vida; propenso a ser más individualista o egoista, donde “el yo” estará antes que “el nosotros”.

¿Las entidades de la economía social y más concretamente las cooperativas y las mutuales deben ser competitivas?

Razonemos: Las cooperativas y mutuales son asociaciones de personas. Por lo tanto, el objetivo del desarrollo de sus actividades es el bienestar de esas personas y no el rendimiento del capital, como lo es en la empresa capitalista. Las personas, en sus actividades en la cooperativa, deben cooperar. Y cooperar es cambiar “el yo” por “el nosotros”. Esto implica: solidaridad, que es contradictoria con la competitividad. Entonces: ¿Cómo actúan las cooperativas y mutuales dentro en un sistema competitivo, si las reglas de juego las impone el sistema dominante que es el capitalista?

Veamos: Las personas que integran las cooperativas y mutuales deben producir los bienes y servicios con responsabilidad social, solidaridad y eficiencia, dentro de este sistema capitalista. Pero la conducta solidaria no sólo se manifestará dentro de la cooperativa sino también en la vida privada ya que la solidaridad forma parte de la manera de ser del cooperador. Es decir, asumió una cultura diferente. Si bajo esta forma solidaria de producción, las cooperativas y mutuales alcanzan la eficiencia económica, ellas serán aptas y competentes para vender sus bienes y servicios, aún dentro del sistema capitalista.

Y si la cooperativa y mutual son competentes en términos económico-sociales, entonces son competitivas en términos capitalistas. Dicho de otra manera: La cooperativa y mutual no buscan ser competitivas sino que buscan ser competentes, aptas, que sirvan a los objetivos sociales. Y si logran ser competentes pueden actuar en el mercado capitalista porque, como consecuencia de ser competentes, son competitivas.

Repasando: La empresa capitalista pretende ser competitiva, estar al servicio del capital y le conviene que sea gestionada por personas con cultura individualista o competitiva. La empresa social cooperativa o mutual pretenden ser competentes, estar al servicio de la comunidad y necesita ser gestionada por personas de cultura solidaria.

ENTONCES, podría darse el caso que: una empresa capitalista y una empresa cooperativa; fabriquen ambas un mismo producto, tengan el mismo costo y decidan que el precio de venta sea el mismo; pero no será el mismo tipo de comunidad que estará construyendo cada una, ni tampoco será igual la cultura de las personas que se van forjando dentro de una u otra empresa.

En síntesis: La ambición de ser competitivo no es igual que la responsabilidad de ser competente.