"Tras la pandemia tenía ganas de meterle caña al cuerpo"

Joven, deportista y mujer. Estudiante de Ingeniería en Ecotecnologías de Procesos Industriales en Mondragon Unibertsitatea y la principal sensación del último año en el panorama de las carreras de montaña. Malen Osa lleva un año en el circuito de carreras de trail, suficiente para recibir el reconocimiento del público y de periodistas especializados.
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Malen Osa, Mondragon Unibertsitateko ikaslea eta korrikalaria.
08/06/2022

Malen Osa es una oñatiarra de 20 años que actualmente reside en San Sebastián, donde cursa sus estudios en el Campus de Orona Ideo de Mondragon Unibertsitatea, en el segundo curso de Ingeniería en Ecotecnología de Procesos Industriales. Su pasión, especialmente a partir del último año, son las carreras de montaña. Desde que debuto en la ascensión a Oroel (Jaca, Huesca) siempre ha copado los primeros puestos y muchas veces se ha vestido la txapela de ganadora.

Eres nueva en las carreras de montaña. ¿Desde cuándo te podemos ver en las carreras del calendario de trails?

La primera carrera la hice en Jaca (Huesca) en agosto de 2021 y la gané. Después estuve en la Gorbeia Suzien y también allí fui la mas rápida. En la Subida a Aloña, en la edición de 2021, en mi debut en casa realicé una buena carrera y gané, y después han venido las victorias en el Campeonato de España de 2022 y en la Subida a Aloña de 2022. Asimismo, he estado en el podio en todas las carreras que he disputado.

Debutaste en Jaca. Pocos te conocían entonces. Y entraste en meta antes que ninguno. Fue una sorpresa para ti, para el público, para los organizadores...

No pensaba estar a ese nivel en mi primera carrera ni durante todo el año. Veía que iba bien pero para mí también fue una sorpresa. Superé a todas las favoritas en Oroel y la verdad es que nadie me conocía y fue una sorpresa para todos. Muchos no creían que era mi primera carrera.

Las que corréis en la montaña sois especiales. Os movéis por sensaciones. ¿Cuáles son las tuyas en este momento?

Salí de la pandemia con ganas de darle caña al cuerpo, de tener nuevas sensaciones y con esa inercia empecé a correr por la montaña. Y si te digo la verdad, he dado con la tecla de la felicidad. Me motiva muchísimo la preparación previa, el día de la carrera, los ánimos del público, lo que disfruta la gente, los resultados... si metes todos esos ingrediente en la cocktelera es increíble. 

Siempre has sido un deportista nata, pero ¿qué deporte practicabas antes de dedicarte a las carreras de montaña?

jugué al fútbol desde los ocho años y es cierto que el fútbol me enseñó a ser más competitiva. También he hecho natación desde pequeña y la piscina me ha dado otros valores muy potentes: disciplina de entrenamientos, capacidad de sacrificio, aguantar el esfuerzo durante mucho tiempo, afrontar el sufrimiento, aprender lo importante que es el descanso.

¿Qué retos se ha planteado en un futuro próximo?

Para mí lo más importante es seguir disfrutando, que las carreras, que el calendario de montaña no suponga una presión excesiva sobre mí. Gestionar bien esa presión es el gran reto. Ese es el objetivo. El futuro próximo de las carreras, mi participación en ellas pasa por dos citas en junio y julio: la primera en Girona, la XV. Carrera de montaña Olla de Núria en junio y en julio el Mundial en Andorra.

Has mencionado la presión. ¿Cómo lo gestionas? ¿Cómo gestionas el plano emocional?

Hay que gestionar muy bien el plano emocional. La presión es cada vez mayor. A medida que los organizadores, el público te conocen, aumenta la presión. Cada carrera es un mundo y cuidar de la salud mental es fundamental para hacer frente a la presión, saber dónde está la medida es muy importante y por eso para mí es imprescindible el apoyo de mi familia y amigos. Tengo apoyo en casa, la ayuda de mis amigos y sé qué si tengo que recurrir a alguien, tengo a quién dirigirme. Los resultados están en segundo plano.