Isabel Uribe: “Sobre todo me marcaron la capacidad intelectual y convicción ética de Ormaetxea”

Una de las autoras del libro de Ormaetxea, la mexicana Isabel Uribe, ha participado en las presentaciones del libro ‘Ormaetxea, de principio a fin toda una vida cooperativa’ que tuvieron lugar ayer 4 de noviembre en Donostia y, por la tarde, en la sede de Laboral Kutxa en Arrasate.
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Iñigo Ucín, Armin Isasti, Isabel Uribe y Amalia Ormaetxea, en la presentación llevada a cabo en el Koldo Mitxelena de Donostia-San Sebastián.
05/11/2021

Isabel Uribe reside en la actualidad en Guadalajara (México) pero conoce con la profundidad de conocimiento que ofrece una tesis doctoral y más de 15 diálogos con José María Ormaetxea, los entresijos del modelo cooperativo de Mondragón. Habla con admiración del que fuera uno de los fundadores de ULGOR y de LABORAL Kutxa, y es junto a Armin Isasti, autora de la obra ‘Ormaetxea, de principio a fin toda una vida cooperativa’ que se presentó ayer en el Koldo Mitxelena de Donostia-San Sebastián y en la sede central de LABORAL Kutxa en Arrasate, y que TUlankide ofreció en directo vía streaming. 

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Miguel Ángel Laspiur, presidente de la asociación Arizmendiarrietaren Lagunak; Iñigo Ucin, presidente del Consejo General de MONDRAGON; Isabel Uribe y Armin Isasti, autores del libro; Amalia Ormaetxea, hija de José Mari Ormaetxea; y Txomin García, presidente de Laboral Kutxa.

 

Durante cinco años le hicimos 15 entrevistas en profundidad, y otras 13 con otras personas cercanas a él. Recopilamos más de 60 horas de grabaciones y 1.000 páginas de transcripciones. 

¿Por curiosidad, cómo llegó Isabel Uribe a Arrasate-Mondragón?

En 1999, hace más de 20 años, llegué a Mondragón. En Guadalajara, de donde soy, la cooperativa Copreci tiene una planta productiva, y conocía algo del modelo cooperativo. En la ITESO (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente) – Universidad Jesuita de Guadalajara, también encontré a gente interesada en nuevos modelos de empresa, y en mi propia familia existía esa inquietud. Era una época de muchos cambios y de nuevos proyectos. Así comencé a interesarme por el modelo de MONDRAGON y en 2001 tuve la oportunidad de llegar a Saiolan, realicé una tesis doctoral en Mondragon Unibertsitatea y comenzó mi relación profesional con Armin. 

Entiendo que por aquella época conociste a José María Ormaetxea.

Sí, había escuchado y leído entrevistas de Ormaetxea y había visitado el Centro de Formación Cooperativa Otalora, donde también tuve la oportunidad de saludarlo por primera vez. Mis padres también habían estado en Otalora en alguna visita que realizaron. El libro es la conclusión de un ‘continuo interés’ por el personaje y por la persona, y por supuesto, un interés por conocer la experiencia cooperativa.

Cuando él tenía 88 años conseguimos convencerle, gracias a la colaboración inestimable de su mujer Maite Ceciaga 

¿Cómo ha sido el trabajo de recopilación de información, las entrevistas, la redacción del libro de más de 300 páginas?

No se ha escrito nada o muy poco sobre Ormaetxea y cuando él tenía 88 años conseguimos convencerle, gracias a la colaboración inestimable de su mujer Maite Ceciaga, para comenzar con las primeras entrevistas y diálogos. El libro es la consecuencia de un arduo trabajo de documentación y de muchas horas de dialogo con Ormaetxea. Durante cinco años le hicimos 15 entrevistas en profundidad, y otras 13 con otras personas cercanas a él. Recopilamos más de 60 horas de grabaciones y 1.000 páginas de transcripciones. 

Y cuando estabais terminando el libro llegó la pandemia y un compromiso familiar que le hizo volver a México.

Así es. Llevaba tres años sin volver a Euskadi. Cuando estábamos acabando llegó la Covid 19 y volví a México por cuestiones familiares. El libro finalizó entre México y Euskadi.

La capacidad intelectual de José María, su riqueza de vocabulario, su capacidad de reflexión, su tenacidad ética, su memoria… Ormaetxea fue una persona superdotada.

¿Con qué te quedas o qué es lo que más te ha sorprendido de todo este proceso de creación? ¿Y de la persona de Ormaetxea?

La capacidad intelectual de José María, su riqueza de vocabulario, su capacidad de reflexión, su tenacidad ética, su memoria… No me sorprendió pero sí generó en mi muchísima admiración. Siempre tuvo la preocupación y siempre estuvo ocupado en mejorar su entorno, en mejorar el futuro de los jóvenes, de generar riqueza colectiva de forma solidaria y no solitaria.