'En un mundo cada vez más desigual, el modelo cooperativo es más necesario que nunca'

Cada año se reciben en Corporación MONDRAGON unas 2.000 visitas procedentes de todo el mundo, con el fin de conocer el funcionamiento de las cooperativas.
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07/08/2019

Ander Etxeberria, director de Difusión Cooperativa, subraya que lo que más impresiona a los visitantes extranjeros es que “la forma cooperativa no sea conocida y que no esté en las agendas de las autoridades públicas”.

¿Cómo le explica a alguien del extranjero que no sabe nada sobre el movimiento cooperativo en qué consiste?

Entendemos las cooperativas como instrumentos para la mejora de la sociedad principalmente a través de la creación de puestos de trabajo de calidad. Pienso que trabajo para mí, para mis compañeros y compañeras y para el entorno donde está radicada la cooperativa, que es donde puede impactar. En MONDRAGON somos cooperativas de trabajo (las personas socias lo que aportan en el día a día es su trabajo), las cuestiones más importantes se deciden en asamblea (en la que cada persona tiene un voto) y la diferencia entre la retribución más baja y más alta es relativamente muy pequeña.

Donde hay un número grande de cooperativas, la prosperidad es relativamente general, siendo significativamente menor, entre otras, la desigualdad económica.

¿Qué es lo que más les llama la atención?

 La mayoría de las personas que nos visitan saben algo de MONDRAGON. Vienen del ámbito de la política, universitario, empresarial, periodismo… y lo estudiaron, han leído, han visto vídeos o les han hablado al respecto. Les impresiona que esta experiencia tenga vigor en un mundo tan poco cooperativo, que la forma cooperativa no sea conocida y que no esté en las agendas de las autoridades públicas.

¿Cuáles suelen ser las dudas más frecuentes?

Cuando llegan, la pregunta principal es qué es lo que hay que hacer para crear algo parecido en su comunidad, región o país. Son habituales también preguntas sobre cómo se materializa la colaboración la entre cooperativas, si (desde el punto de vista predominante en el mundo) las personas directivas se marchan al ser su retribución menor que en otras empresas, cómo es la participación en las asambleas, etc.

¿Tiene futuro el cooperativismo fuera de nuestras fronteras?

Jose Maria Arizmendiarrieta llegó a Arrasate-Mondragón en 1941, pero la primera empresa no la crean hasta 1956. Es decir, hay años y años de “sirimiri” entre medio; años y años de activismo especialmente con los jóvenes. Y así, en nuestra experiencia cooperativa, las cooperativas han surgido de abajo arriba. Siendo esto así, además de la falta de legislación y de cultura cooperativa en muchos lugares del mundo, no encontramos la forma de que nuestras filiales tengan carácter cooperativo. En este sentido, lo que hacemos es apoyar, a través de la difusión cooperativa, a las entidades que en sus países quieren fomentar la creación de cooperativas.

De esta manera, se crearon y se siguen creando cooperativas gracias a la inspiración de nuestra experiencia cooperativa; tenemos ejemplos en Holanda, Brasil, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, India… En un mundo en el que la desigualdad está creciendo, el modelo cooperativo es más necesario que nunca.

¿Continúa Mondragon manteniendo sus señas de identidad cooperativa, a pesar del tiempo transcurrido y de la globalización?

En las cooperativas de MONDRAGON, antes y ahora, se asocia el trabajo, cada miembro tiene un voto, la diferencia retributiva es pequeña y se quiere avanzar tirando del entorno en las que están arraigadas.

Las expresiones de ello probablemente han sido más visibles tiempo atrás en el que todo estaba por hacer en este país, pero se sigue con la misma convicción. Son muestra de ello las actuaciones en diferentes ámbitos en las comunidades de las que somos parte, las acciones más allá (a través de Mundukide, principalmente) o la gran operación de rescate en la desaparición durante la crisis de una de las más grandes cooperativas.

¿Cuáles pueden considerarse las claves del éxito de la denominada Experiencia Mondragon?

Además de estas cualidades, son clave el asociacionismo, la eficiencia empresarial, la gobernanza, y la visión de largo alcance (arraigadas a la tierra donde nacen).

Es un sistema fácilmente asumible por la inmensa mayoría. La persona socia trabaja, el abanico retributivo es estrecho, se deciden en asamblea las cuestiones más relevantes, el trabajo es estable, etc. Y como consecuencia, propicia tener una sociedad -unas comunidades donde es más agradable vivir: calidad de vida para el conjunto. 

“La participación de los trabajadores potencia los resultados y acelera transformaciones”, dicen en el video de presentación de Mondragon Corporación. ¿La clave para seguir siendo competitivos es la motivación de sus trabajadores?

La clave para seguir siendo competitivos es la responsabilidad de cada persona socia respecto a la marcha de la empresa. No depende de aquel o aquella, sino de mí y de nosotros y nosotras. Y esta responsabilidad lleva a entender que siempre hay un paso más que dar.

¿Cómo afronta Mondragon Corporación los retos de futuro?

Afrontamos los retos de futuro con la idea siempre de que a través de la innovación y el trabajo bien hecho seguiremos cumpliendo con nuestro cometido. Arizmendiarrieta repetía que la capacidad activa, organizadora y gestora de las personas es la única garantía de futuro.

¿Cuántas empresas tiene hoy Mondragon y cuántas de ellas no son cooperativas?

En MONDRAGON somos hoy en día 98 cooperativas, cooperativas autónomas. Éstas cuentan con 141 empresas en el mundo, las cuales no son cooperativas. Además, tenemos 25 entidades de apoyo, como fundaciones, etc. En suma, somos 266 empresas en MONDRAGON.

¿Cuáles son las condiciones de ingreso en una cooperativa?

Hay dos condiciones que se requieren en cualquier empresa: necesitamos personas técnicamente competentes y necesitamos buenas personas (pues van a trabajar con otras personas). Además, el contrato de sociedad implica un tercer condicionante: esa persona ha de estar abierta a aprender continuamente, ya que entra para ser partícipe de la empresa durante toda su carrera profesional y los puestos van a cambiar; unos cambios, además, que cada vez son más rápidos. Una vez que es aceptado, ha de hacer una contribución de más o menos 15.000 € en la mayoría de las cooperativas.

Entrevista publicada en: Noticias de Gipuzkoa (7 de julio de 2019)