67 cooperativas se han acogido al calendario móvil, 9.000 socios afectados.

67 cooperativas se han acogido al calendario móvil, 9.000 socios afectados.

Luis Mari Ugarte, director general de LagunAro, EPSV.
No cabe duda de que la pandemia COVID-19 ha alterado significativamente nuestras vidas, en todos sus ámbitos: personal, social, laboral... y también está repercutiendo significativamente en la actividad de LagunAro.
29/06/2020

Asistencia sanitaria

El confinamiento ha provocado una menor utilización de los servicios de nuestro cuadro. Esta situación irá revirtiendo en los próximos meses. Y nos vamos a encontrar con un mayor coste de los procesos hospitalarios por las medidas de prevención ligadas a los nuevos protocolos de actuación.

Incapacidad temporal

La epidemia está suponiendo un repunte importante del absentismo. Esperemos que este efecto se circunscriba a estos primeros meses y en breve podamos volver a la normalidad, si bien habrá que cubrir el déficit generado.

Ayuda al empleo

En estos momentos unas 67 cooperativas, básicamente industriales, se han acogido al calendario móvil especial aprobado por LagunAro. Y los socios afectados ascienden ya a unos 9.000. El impacto de pérdida de horas está siendo muy significativo. Y en algunos sectores se abren cada vez más dudas sobre la capacidad de recuperación posterior de estas horas perdidas, por la debilidad esperada de la demanda. La crisis también tiene efectos en el colectivo de socios de cooperativas cerradas, cuyo nivel de reubicación se está viendo seriamente afectado. Todo ello va a implicar un repunte muy importante del gasto.

Afortunadamente, partimos con un fondo que debería ser suficiente para afrontar este difícil escenario, si bien se verá notablemente mermado.

Sistema de pensiones

Cabe destacar el gran impacto que esta crisis mundial está teniendo en los mercados financieros. Las caídas en marzo fueron históricas, por su rapidez y profundidad, registrándose posteriormente una recuperación parcial como consecuencia de los ingentes apoyos fiscales y monetarios aprobados. En el peor momento, nuestra rentabilidad llegó a alcanzar el -12%, para recuperarse hasta el -6,2% al cierre de abril.

Y la solvencia, que arrancaba el año cerca de sus máximos históricos (14,3%), finaliza abril en el 6%. Por tanto, aunque el impacto esté siendo significativo, la buena posición de partida, fruto de los resultados de años anteriores, nos ha permitido afrontar el golpe, manteniendo por el momento un nivel de solvencia (6%) superior al exigido (4%).

Artículo publicado en la revista TU Lankide.