“Diversificar en sensórica y retroiluminación en sectores como el hogar o la salud será clave para el futuro”

La innovación, la tecnología y la transformación en Navarra no se concentran exclusivamente en Pamplona. Embega cumple 50 años de trayectoria y lo hace con la ilusión de seguir creciendo e innovando en un marco cada día más competitivo. Ha pasado medio siglo desde que arrancó la aventura cooperativa, y sigue transmitiendo con fuerza los valores de un colectivo implicado y comprometido. Fundada en 1971, inició su actividad en 1972, y en la actualidad se dedica a la fabricación de elementos decorativos para electrodomésticos, juntas de estanqueidad y soluciones Interface hombre-máquina. La cooperativa forma parte de la División de Componentes de Corporación MONDRAGON. Embega cuenta hoy con un equipo de más de 130 personas en plantilla de las cuales 115 son socios.

Un poco de historia

Embega nació en los años 70 cuando un grupo de trabajadores de AGNI, fabricante de estufas, cocinas y electrodomésticos, se pusieron en contacto con Caja Laboral y fundaron la cooperativa. Arrancó la empresa cooperativa con la producción de componentes estéticos para electrodomésticos, pero en los 80 se diversificó parte del negocio, y surgieron dos nuevas actividades. La primera centrada en la serigrafía (Juntas de estanqueidad impresas), y la segunda en la producción de teclados de membrana para sectores como el vending y o la máquina herramienta.

Guiados por las modas, como en otros muchos ámbitos de la vida, transitaron del inoxidable al aluminio. “Hoy, nuestro producto estrella son los tiradores para electrodomésticos. Cada fabricante quiere personalizar su horno, su tirador, y cada marca tiene su estética. Nosotros desarrollamos el tirador, los acabados. Estamos muy presentes en Europa, en Turquía, y en los principales fabricantes electrodomésticos. Somos una de las empresas de referencia en este ámbito” asegura Javier Pérez, director Comercial y de Ingeniería. El valor diferencial de Embega respecto a sus competidores reside en las soluciones basadas en la ingeniería que la compañía de Villatuerta ofrece al cliente y el conocimiento de la cadena de valor del mismo, la estética personalizada, la marca y la necesidad concreta de cada uno de ellos. La pandemia supuso un boom de pedidos, con un incremento superior al 20% respecto a la época pre-pandémica.

Periodo post-pandemia

El momento actual no es sencillo de gestionar para Embega, que al igual que muchas otras empresas, está sufriendo la extrema volatilidad de precios en materias primas y sobre todo el importante incremento del coste del aluminio. “La cadena de suministro se ha tensado enormemente y está siendo una situación muy compleja para aprovisionar materia prima. Además, hay que sumar la carestía energética, hemos pasado de costes de unos 50 euros megavatio a picos de 400 euros. De un escenario muy favorable hemos pasado a una situación más compleja”.

Apuesta por la innovación y la diversificación

Ante la situación que viven los mercados, la empresa navarra ha apostado por la innovación y la diversificación, buscando soluciones con mayor valor tecnológico y ahorrando en costes. “Entendemos que aportamos valor y con un equipo en continuo contacto con el estado del arte tecnológico en referencia al acabado. Estamos trabajando mucho con la tecnología del láser, proponiendo líneas sobrias, disimuladas, minimalistas, añadiendo notas de diseño que contrasten con estas estéticas tan austeras. Para ello jugamos con tecnologías como el láser, mecanizado y coloreado electrolítico que hacen que Embega se diferencie de sus competidores”.

Apuesta por la estrategia de intercooperación

Otra de las estrategias que han reforzado ha sido la intercooperación con otras empresas y compañías de MONDRAGON, como es el caso de su relación con MAPSA. “Hemos puesto nuestro conocimiento y experiencia al servicio de MAPSA, y como consecuencia de ello hemos avanzado en la comercialización de una llanta diamantada. Se trata de implementar un proceso diamantado con detalles láser, y ofrece a MAPSA la posibilidad de lanzar al mercado llantas bitono”. El proyecto se ha llevado a cabo en los últimos años y se ha culminado en 2021, tras el escalado industrial.

Negocio de teclados

En el negocio de teclados, Embega ha apostado por la electrónica impresa o impresión funcional. “Venimos de fabricar teclados de membrana para electrodomésticos, paneles de acceso, maquinaria industrial de cualquier tipo, equipamientos…”. Son muchos los fabricantes de teclado de membrana que existen en el mercado por lo que Embega ha apostado por las pantallas táctiles. “La membrana es tecnología resistiva, es un interruptor básicamente, y vimos oportunidades en la tecnología capacitiva”. La irrupción de estas soluciones táctiles arrancó en 2013, en línea blanca y automoción, y en la actualidad Embega produce sensores capacitivos para estos sectores con ancho de pistas de hasta 50 micras, llevando la tecnología de serigrafía hasta el límite, un salto cualitativo importante. La apuesta ha abierto nuevas vías de colaboración con Tajo, Eika y también con Copreci.

HMI, apuesta de futuro

En el ámbito de la sensórica y retroiluminación (HMI) Embega también está presente en los sectores de línea blanca y automoción, apostando siempre por la tecnología. “La apuesta de futuro será precisamente esta, incrementando la innovación e integrando la sensorización en mobiliario de hogar, ofreciendo soluciones como el suelo radiante sensorizado, y monitorización de ocupación de viviendas tuteladas”.

Tanto es así, que Embega ya está participando junto con el Centro Stirling (Centro de Innovación de la División de Componentes de MONDRAGON) en experiencias piloto. El mundo del cuidado y la salud será otro eje, ya que surgirán necesidades para la monitorización a distancia de pacientes, con aplicaciones médicas, parches y un amplio abanico de productos en el sector del ocio, la salud y el deporte. “Estamos produciendo interfaces capacitivos retroiluminados con la electrónica embebida en piezas de plástico en sectores incipientes que están por explorar y la apuesta por la unidad I+D+i es primordial”, asegura Javier Pérez.