Sociedades prósperas, no desiguales

Sociedades prósperas, no desiguales

Javier Marcos. Director de TU Lankide
El diario "El País" publicó a mediados de mayo un reportaje sobre la brecha salarial entre las empresas del IBEX 35 en 2024. Sus consejeros delegados percibieron una retribución media de... cinco millones de euros. Es decir, una brecha que sigue creciendo: de media, estos directivos ganaron 79 veces más que sus empleados.
17/06/2025

En el caso de las 500 empresas más grandes de EEUU (S&P500) esa brecha es un boquete que sube hasta 268 a 1 (según AFL-CIO). Más datos, según Oxfam, en su informe Desigualdad S.A. ha alertado sobre la creciente desigualdad económica a nivel mundial, ya que “el 1% más rico de la población posee más riqueza que el 95% restante”. Y cabe preguntarse: ¿Qué tipo de sociedades se construyen con ese modelo? ¿Es esto sostenible? ¿Es justo?

Mientras tanto, el salario medio en España apenas supera los 31.000 euros anuales (según Expansión). Esta desproporción creciente entre quienes lideran y quienes sostienen el día a día de las organizaciones plantea esa reflexión de fondo respecto al tipo de sociedad que estamos construyendo. Porque la desigualdad extrema no solo erosiona la justicia social, sino también el compromiso, la cohesión y, en última instancia, la propia competitividad. Necesitamos, más que nunca, modelos que reconozcan la excelencia sin renunciar a la equidad.

“A través de su modelo empresarial, las cooperativas han contribuido activamente a construir un bienestar compartido que trasciende lo económico”

Cooperativas y cohesión social
Nuestro modelo cooperativo –cuya escala va de 1 a 6- entiende la empresa como un proyecto compartido, un modelo que defiende que el talento debe ser reconocido, y que el emprendimiento, la responsabilidad y la innovación merecen su recompensa. Pero también creemos que el éxito colectivo debe medirse no solo por lo que ganan unos pocos, sino por cómo avanzamos todos.

Estos días se está hablando que la Comunidad Autónoma del País Vasco ocupa el lugar número 12 en el índice IDH (Indice de Desarrollo Humano de la ONU), un dato que establece una clasificación mundial de 193 países ordenados según su nivel de bienestar. El índice se compone de indicadores que miden la esperanza de vida al nacer, la educación y la renta bruta per cápita. Pues bien, el hecho de estar en esos puestos de privilegio es también reflejo del compromiso histórico de sus cooperativas con el empleo digno, la educación, la equidad y la cohesión social. A través de su modelo empresarial, las cooperativas han contribuido activamente a construir un bienestar compartido que trasciende lo económico. Porque, como dice Rosa Lavín, presidenta de Konfekoop, “a más cooperativas, más igualdad”. Lo cual conviene recordar en este Año Internacional de las Cooeprativas.