"Nuestro modelo mantiene unas bases sólidas"

"Nuestro modelo mantiene unas bases sólidas"

Luis Mari Ugarte, director general de LagunAro EPSV, inicia su tercer plan estratégico completo al frente de la entidad. Y lo hace con optimismo, a pesar del contexto, convencido de "poder cumplir los compromisos adquiridos y generar confianza, factor clave para mantener un modelo de previsión tan singular".
23/03/2021
  • LagunAro acaba de aprobar su plan estratégico 2021-2024. A modo de titulares ¿podrías decirnos cuáles son sus claves principales?

Arrancamos el nuevo ciclo estratégico en medio de una grave crisis, generada por la pandemia, que ha afectado a todos los ámbitos de nuestra gestión: inversiones-pensiones, incapacidad temporal, ayuda al empleo, asistencia sanitaria. Aunque las incertidumbres siguen siendo elevadas, confiamos en que el proceso de vacunación en marcha permita ir recuperando la normalidad e impulsar la economía a lo largo de este año 2021, lo que contribuirá a la consolidación de nuestro modelo de previsión que, pese a la crisis histórica desatada por el coronavirus, mantiene unas bases sólidas.

En este contexto, esperamos reconducir paulatinamente el gasto en incapacidad temporal y ayuda al empleo, así como consolidar la solvencia de nuestro modelo de pensiones.

El futuro de las pensiones

  • En el capítulo de Prestaciones, las pensiones acaparan parte del protagonismo en la entidad, porque es un tema de atención permanente también en la sociedad. ¿Prevés alguna modificación importante?

Es claro que el futuro de las pensiones es una de las principales preocupaciones de la sociedad. Y las distintas reformas aprobadas en el ámbito de la Seguridad Social en los últimos años, algunas de ellas sin el suficiente consenso político y social, no ayudan a generar la confianza necesaria en esta materia tan sensible. Esperemos que, tras el acuerdo político alcanzado en el ámbito del Pacto de Toledo, puedan sentarse las bases de un modelo público de pensiones más sostenible y transparente.

En lo que respecta a LagunAro, aprobamos una reforma de alcance en 2010, cuando se sentaron las bases el nuevo modelo de pensiones, y una posterior revisión parcial en 2018. No esperamos cambios en los aspectos nucleares del modelo en los próximos cuatro años. En este sentido, seguiremos manteniendo nuestra edad de jubilación de referencia en los 65 años, posibilitando la jubilación anticipada desde los 60 años y primando económicamente la jubilación posterior a los 65 años.

Sin perjuicio de ello, sí proponemos una serie de modificaciones en la regulación de algunas prestaciones en aras a mejorar el tratamiento de las mismas o ganar en flexibilidad. Así por ejemplo, en la Asamblea General de este año proponemos revisar (mejorar) los coeficientes reductores de jubilación anticipada, flexibilizar la figura de la redistribución y unificar las pensiones de incapacidad permanente y jubilación, de cara a devengar una única pensión de carácter vitalicio. 

En cualquier caso, la clave para que nuestro modelo sea sostenible va a seguir siendo la capacidad de obtención de la rentabilidad de equilibrio (que se sitúa entre el 3,5%-4,0%) en un entorno cada vez más difícil, por la situación de los tipos de interés. La buena noticia es que partimos de un nivel de solvencia muy bueno (15%) y que no se ha visto deteriorado en 2020 pese a la pandemia.

  • Y qué reflexión hacéis en torno a la "Ayuda al empleo" o la Incapacidad Temporal (IT).

En la Incapacidad Temporal teníamos ya un problema antes de la irrupción de la pandemia, ya que la tasa de absentismo, y consecuentemente el gasto en IT, venía creciendo de forma constante desde 2014. Lo que ha ocurrido en 2020 es que esta evolución, al alza pero relativamente contenida, se ha disparado. Así, hemos pasado de una tasa de absentismo del 5,4% en 2019 al 6,7% en 2020, lo cual ha provocado que la prestación haya finalizado el año con saldo negativo. Pensamos que al menos durante la primera parte de 2021 seguiremos influidos por el COVID, por lo que el gasto seguirá siendo elevado. Además, tendremos que hacer frente al déficit generado en 2020, por lo que la cuota volverá a subir del 5,25% al 5,75%. A partir de 2022 esperamos reconducir la situación, tanto por la neutralización de la pandemia, como por las medidas de gestión que queremos implementar en colaboración y coordinación con las cooperativas, reforzando y optimizando los recursos destinados a la gestión y control del absentismo. De este modo, esperamos finalizar 2024 con una tasa de absentismo en el entorno del 5,15%, que posibilitaría situar la cuota algo por debajo del 5,0%.

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En cuanto a la Ayuda al Empleo, cabe destacar que mientras que algunas cooperativas han recuperado su nivel de actividad previo al COVID, otras, focalizadas sobre todo en determinados sectores de actividad, siguen afectadas por la crisis. Consiguientemente, las solicitudes de apoyo y el gasto seguirán siendo elevadas en 2021, aunque sin alcanzar el nivel de 2020. Confiamos en que, conforme se vaya consolidando la recuperación económica, también lo haga la actividad de las cooperativas afectadas, lo que irá reduciendo los apoyos requeridos y el gasto en esta prestación. Asimismo, la citada recuperación de la actividad nos debería permitir mejorar aún más si cabe la gestión de reubicaciones, lo que redunda en una menor utilización del desempleo efectivo y del calendario móvil. En este contexto, creemos que hay margen para una reducción de la actual cuota (fijada en el 5,50%) de entre 1,0 y 1,5 puntos porcentuales en este próximo ciclo estratégico, sin necesidad de recurrir al Fondo acumulado, que se sitúa en torno a 97 millones de euros.

  • En cuanto a Política de Inversión, teniendo en cuenta la evolución de los mercados financieros, ¿alguna novedad destacable? 

La “novedad” es que seguimos inmersos en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos, incluso negativos, y que esto que en un inicio creíamos que era algo excepcional y muy limitado en el tiempo, va a seguir presente durante un periodo de tiempo mayor al que nos gustaría.

Esto está llevando a toda la industria de inversión y de pensiones a reajustar su política de inversión, reduciendo el peso de los activos de renta fija, que históricamente han constituido la base de nuestra cartera, y aumentando el peso de la renta variable y de los denominados activos alternativos, que cada vez cobran más protagonismo en nuestro portafolio de inversión.

Esto implica lógicamente abrirnos a nuevos mercados y productos y asumir mayores cotas de riesgo. Pero es lo que toca, ya que la renta fija no paga absolutamente nada. De ahí la importancia de contar con un adecuado margen de solvencia que nos permita afrontar la volatilidad implícita a esta cada vez mayor exposición a los mercados, pero que a medio/largo plazo es la vía de generación de una rentabilidad competitiva.

Gobernanza

  • Desde el punto de vista de la gobernanza de la entidad y de los retos de la sociedad ¿habéis adoptado algún otro compromiso?

Estos últimos años hemos avanzado mucho en el desarrollo de nuestro modelo de gobernanza, ya que aunque siempre hemos actuado con transparencia y eficiencia, no habíamos prestado la atención necesaria a la hora de definir por escrito las distintas políticas y procedimientos relacionados con dicha gobernanza. Y esta dinámica, que afecta a la gestión de los distintos órganos de la Entidad, de sus funciones clave y de los procedimientos de gestión y de control del riesgo, va a tener continuidad en estos próximos años.

Asimismo, vamos a seguir dando pasos importantes en el ámbito de la inversión socialmente responsable, para lo que contaremos con la colaboración de una compañía líder en asesoramiento en esta materia a nivel de fondos de pensiones europeos.

  • Qué proyección numérica hacéis de cara a 2024: Mutualistas, beneficiarios, pensionistas, fondo patrimonial, solvencia…

Prevemos una cierta estabilidad en el número de mutualistas activos y beneficiarios y un aumento del número de pensionistas, en línea con lo acontecido estos últimos años.

En cuanto al Fondo Patrimonial gestionado, partimos de 6.864 millones y esperamos terminar 2024 con 7.340 millones, con una rentabilidad media anual del 3,5%-3,7%, lo que nos permitiría mantener el margen de solvencia en el entorno del 15% de las provisiones técnicas.

También confiamos en poder mantener un Fondo de Ayuda al Empleo del orden de 100 millones al cierre de 2024.

  • En el terreno personal ¿cómo te encuentras después de 10 años al frente de la entidad?

    Pues son ya once años en la Dirección General y lo cierto es que me encuentro a gusto. Siempre me ha apasionado el mundo de LagunAro, con sus distintas facetas de gestión, económico-financiera y social y, aunque como en todos los ámbitos, hay momentos difíciles, ayuda mucho el hecho de contar con un equipo de colaboradores y de trabajadores magnífico y con un Consejo Rector muy profesional, con el que se hace fácil mantener una relación natural, fluida y de confianza.

    • ¿Cómo visualizas la foto de LagunAro en el cierre del ciclo estratégico?

    Siempre me ha apasionado el mundo de LagunAro.

    Como una Entidad reconocida por los mutualistas, pensionistas y cooperativas, así como por las instituciones, por su buen hacer, profesionalidad, cercanía y transparencia. En definitiva, una Entidad que cumple sus compromisos y genera confianza, algo clave para mantener un modelo de previsión social tan singular.