Artaxonako hesia

Artaxonako hesia

Eukeni Olabarrieta
(Gaztelaniaz) Hace unos siglos casi todas las poblaciones estaban amuralladas. Ya quedan pocas en Euskal Herria, las que se han resistido a morir a pesar del paso de los años y que quedan como vestigios de un pasado donde guerrear y conquistar era el oficio que más trabajo daba.
2011/03/15

Artajona, en el partido judicial de Tafalla, es una de las más bellas, una monumental población con un rico patrimonio medieval, siendo lo más emblemático el cerco o muralla y las iglesias de San Saturnino y San Pedro. La muralla, el cerco, data del siglo XI aunque en siglos posteriores sufrió modificaciones, la más importante la efectuada en el siglo XIV durante el reinado de Carlos II “El Malo”.

Reciente restauración

Recientemente ha sido restaurada, así que de la original queda poco. La muralla sigue un trazado irregular, de forma arriñonada, y está salpicada de torres prismáticas almenadas. Primitivamente eran diecisiete, actualmente hay once.

La iglesia-fortaleza de San Saturnino es del siglo XIII y su fachada occidental está muy decorada al estilo de Santa María de Olite. La portada es de grandes arquivoltas que se apoyan sobre delgadas columnas con capiteles vegetales y con un tímpano que muestra a San saturnino y probablemente a los reyes Felipe el Hermoso de Francia y Juana de Navarra. Hay que subir  a su torre campanario y acceder a la cubierta de la nave, el tejado, donde se puede ver el sistema de recogida de agua de lluvia. Hay visita guiada para verla.

La basílica de Nuestra Señora de Jerusalén está en las afueras, no es medieval, es barroca del siglo XVIII, y en su interior, muy decorado, se venera una imagen, la de la Virgen de Jerusalén, que decían que era del siglo XI. Cuenta la leyenda que fue donada por Godofredo de Bouillon al caballero Saturnino de Lasterra, hijo de Artajona, por su participación en la cruzada que arrebató Jerusalén a los musulmanes. Saturnino llevó la imagen a la parroquia pero misteriosamente apareció por la noche junto a un olivo propiedad de Saturnino.

Vuelta a la parroquia, el milagroso retorno al olivo se produjo en dos ocasiones más, por lo que entendieron que era un mandato divino y decidieron edificar en el lugar una ermita. La leyenda se desmoronó cuando los estudios evidenciaron que la imagen era del siglo XIII, de estilo románico tardío. Muy bella pero no del siglo XI. Es la patrona de Artajona que celebra fiestas en su honor del 7 a 15 de septiembre.

Historia de Artajona

Aunque Arajona tiene “historia” a partir del siglo XI, ya existían asentamientos en tiempos prehistóricos como lo evidencian dólmenes en sus proximidades. Los más importantes son del Portillo de Enériz  y el de La Mina. Son amplios sepulcros de galería, con grandes losas. A ellos se accede por una estrecha carretera desde la Basílica de Nuestra Señora de Jerusalén. Hay paneles indicadores y al primero que se llega es el Portillo de Enériz. Un poco al oeste de este dolmen hay una pequeña cumbre sobre la que se asentó un antiguo poblado de la edad del bronce, es el poblado eneolítico de Farangortea donde se han encontrado diversos materiales líticos. Luego ascendiendo por un sendero de firme irregular se llega al dolmen de La Mina.

Recomendación

Mi recomendación para la visita es entrar en el cerco por el Portal de San Miguel, cerca hay un parking, recorrer la muralla y sus torres, la torre del homenaje, la iglesia de San Saturnino, para luego salir por el Portal de Remagua para bajar al pueblo extramuros, al arrabal, recorrer sus calles y rincones, comer y por la tarde ir a  la Basílica de la Virgen de Jerusalén y a los dólmenes.