IK4-IKERLAN desarrollará un dispositivo para medir e identificar las células que emiten los tumores hacia otras partes del cuerpo

Aunque todavía no hay fecha prevista para la comercialización del sistema, el proyecto CANDO ya ha constituido un comité de explotación para garantizar su aproximación al mercado. El plan de comercialización abordará principalmente el mercado europeo y el norteamericano.
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Los avances del proyecto CANDO se emplearán para pronosticar, clasificar y monitorizar el estado del cáncer pancreático.
02/04/2014

El 90% de las muertes por cáncer se deben a la metástasis. Esta se desencadena cuando un tumor emite las conocidas como células tumorales circulantes (CTC), que tienen la capacidad de invadir nuevas zonas del cuerpo. En la actualidad, para detectar esas células hay que poner en marcha un proceso largo, caro y complejo.

Las autoridades europeas consideran que con las tecnologías de microfluídica existentes hoy en día este proceso puede reducirse en coste, tiempo y recursos humanos, y para ello han puesto en marcha el proyecto CANDO. En el seno de esta iniciativa en la que participa el centro tecnológico vasco IK4-IKERLAN se desarrollará un dispositivo de laboratorio en un chip (lab on a chip) que permita identificar y medir la concentración de las CTCs de manera automática.

Este sistema se usará para pronosticar, clasificar y monitorizar el estado del cáncer pancreático y, de acuerdo con las primeras estimaciones, se podría tener un diagnostico en unas 5 horas. Detectar su avance ayudará a evaluar la respuesta a las terapias oncológicas de manera individual (es decir, si el tratamiento funciona o no), lo cual ayudará a mejorar la calidad de vida del paciente.

El cáncer de páncreas tiene un importante impacto socioeconómico porque en general se diagnostica en una etapa muy avanzada y presenta una probabilidad del 96% de muerte para unos 68.000 europeos diagnosticados cada año.

El proceso de detección de las CTC es muy difícil a causa de los procedimientos largos y caros en el laboratorio y la escasa cantidad de estas células en el torrente sanguíneo, con una relación cercana a una entre mil millones. El proceso de análisis, que toma varios días de trabajo a todo un equipo de personas, implica la extracción manual de las muestras, la identificación y enumeración de las células en el microscopio y la caracterización biológica y molecular de las CTC.

Además de la automatización, la reducción de costo y la mayor rapidez en el diagnóstico del cáncer, el proyecto CANDO tiene una segunda vertiente: el avance en las denominadas ‘terapias dirigidas’, un tipo de tratamiento que centra su efecto específicamente sobre las células cancerosas causando poco daño a las células normales.

De este modo, los avances del proyecto CANDO se emplearán para pronosticar, clasificar y monitorizar el estado del cáncer pancreático, pero también para el desarrollo de nuevos fármacos menos invasivos contra el cáncer de páncreas.

Funcionamiento del dispositivo

El procedimiento de diagnóstico será el siguiente: una vez extraída la muestra de sangre del paciente se coloca sobre el chip, dotado de sistemas micro-nano-bio y fotónicos, capaces de realizar tareas de amplificación de ADN y análisis molecular. Posteriormente, el chip se coloca en el sistema creado por IK4-IKERLAN, encargado de la identificación y cuantificación de las CTCs. Cinco horas más tarde, ya se dispone del diagnóstico.

Aunque todavía no hay ninguna fecha prevista para la comercialización del sistema, el proyecto CANDO ya ha establecido un comité de explotación para garantizar su aproximación al mercado.

Se establecerá un plan de comercialización que abordará principalmente el mercado europeo y el norteamericano. Una de las primeras fases de este plan incluirá dar a conocer el sistema a través de la asistencia a reuniones de oncólogos en la European Society for Medical Oncology y en las asociaciones para oncología clínica Europea y Americana.

Sobre CANDO

Este proyecto en el que participa IK4-IKERLAN está liderado por la Universidad de Valencia. Además de estas entidades, el consorcio de CANDO está formado por los siguientes centros de investigación y empresas: Gilupi (Alemania), Institut fuer photonische technologien (Alemania), Kungliga tekniska hoegskolan (Suecia), Interuniversitair micro-electronica centrum (Bélgica), Stockholms Laens Landsting (Suecia), Bayer (Alemania), la Universidad de Estocolomo (Suecia) y Microfluidic Chipshop GMBH (Alemania).

“Este proyecto permitirá a IK4-IKERLAN avanzar en el conocimiento de los problemas que plantea la automatización de procesos biológicos”, afirma la investigadora Rosa Iglesias, responsable del proyecto en el centro tecnológico vasco. “Estos conocimientos nos permitirán profundizar en nuestras capacidades para ofrecer a las empresas para las que trabajamos soluciones de tipo ‘Point-Of-Care’ para el sector de la salud y también sistemas multidetectores para el sector alimentario”

Centro de investigación tecnológico.