"Hace falta liderazgo, mucho pragmatismo y máxima colaboración"

El presidente de la Corporación se muestra convencido en esta entrevista de que también en esta ocasión vamos a ser capaces de superar esta situación. Y su receta es bien sencilla: solidaridad, intercooperación y autoexigencia. Y mucho trabajo, tener confianza y transmitirla.
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29/06/2020

¿Qué análisis haces de la situación que nos ha tocado vivir?

Hace tan solo unos meses se debatía si la desaceleración nos llevaría a una crisis y oíamos hablar de un problema sanitario en China. Sin habernos enterado, un nuevo virus nos ha invadido, se ha convertido en una pandemia global y ha paralizado la actividad económica. Tras afectar primero a la oferta por rupturas en la cadena de suministro y por el cierre de actividades, ahora el mayor problema es la falta de demanda y sus consecuencias.

Por lo tanto, de la pandemia sanitaria se ha pasado a una crisis económica y social con un incremento notable del desempleo, pérdida relevante de la actividad económica, incremento de personas en riesgo de exclusión, etc.; y todo ello en un escenario de reducción de los ingresos públicos por recaudación motivada por la caída de la actividad económica.

Esta pandemia se ha metido en nuestras vidas y nos hace vivir una experiencia nueva y muy traumática que no sabemos cuándo y cómo terminará.

Las cifras son ya espectaculares y todavía se desconoce hasta qué punto puede llegar la devastación, ya que el virus, su comportamiento y los remedios son todavía desconocidos y vamos a tener que convivir con él evitando dar pasos atrás y tener que sufrir recaídas en el aspecto económico y sobre todo en la salud y en la vida de las personas. Pero desgraciadamente esta pandemia se ha metido en nuestras vidas y nos hace vivir una experiencia nueva y muy traumática que no sabemos cuándo y cómo terminará.

La reacción ante el coronavirus

Y ¿cómo valoras la reacción de la Corporación ante esta situación?

Creo sinceramente que el conjunto de cooperativistas de las cooperativas de MONDRAGON nos estamos comportando como tales. Es el momento de la solidaridad, de la intercooperación y también de la autoexigencia.

Dando prioridad a la salud, la defensa que se ha hecho para mantener la actividad ha sido impresionante y no quiero nombrar a ninguna porque en todas las cooperativas ha habido comportamientos muy destacables. Parece que estamos en la fase en la que el efecto sanitario, al menos temporalmente, se soluciona, pero ahora entramos en la pandemia económica. Y ante esta situación, las cooperativas se han movido bien. Por un lado, para garantizar la liquidez desde el exterior; y, por otro lado, los instrumentos financieros de intercooperación que tenemos en MONDRAGON también han funcionado muy bien. Asimismo, LagunAro se merece una mención especial, ya que se ha adaptado rápidamente a esta nueva situación. Ahora y en los próximos meses, hay que defender la situación patrimonial y en eso también las cooperativas, con valentía y gran sentido común, están adoptando decisiones difíciles, pero que son las que nos permitirán resistir con más garantía lo que nos viene.

Creo sinceramente que el conjunto de cooperativistas de las cooperativas de MONDRAGON nos estamos comportando como tales. Es el momento de la solidaridad, de la intercooperación y también de la autoexigencia.

¿Cómo afecta a las distintas áreas y cómo se van reactivando los negocios? ¿Cuál es el nivel de actividad actual?

MONDRAGON es muy diverso, estamos prácticamente en todos los sectores y los efectos son muy distintos. El sanitario tiene un incremento importante de actividad, al igual que por ejemplo las bicicletas y todo lo relacionado con la alimentación. Pero hay otras actividades como la automoción y lo relacionado con la inversión y los bienes de consumo duradero que están sufriendo por el retraimiento de la demanda. En conjunto, el nivel de actividad del área industrial se sitúa en torno a 65-70%, con una tendencia ligeramente creciente.

Por su parte Eroski, ha tenido un incremento significativo en su actividad; Laboral Kutxa evoluciona bien, y la Universidad y el conjunto de nuestro sistema educativo se ha adaptado bien a la nueva situación. Cabe subrayar que en todas las áreas el trabajo desde casa, gracias a la alta conectividad que tenemos, ha ayudado mucho y nos ha demostrado que el teletrabajo es una buena herramienta que no sustituirá totalmente a ciertos trabajos presenciales, pero es algo que ha venido para quedarse.

Impacto en la Corporación

¿Cuál será el impacto previsible de esta crisis para el conjunto de la Corporación?

Ni idea. Creo que la salida de esta crisis depende primero de cómo evolucione el aspecto sanitario, hasta qué punto conozcamos el comportamiento de este virus y si existe o va a existir algún tipo de defensa en cuanto a tratamiento o, sobre todo, la esperada vacuna que evite el empeoramiento de este problema sanitario. Y esto va a tener una incidencia brutal, porque no es lo mismo que la pandemia desaparezca per sé o que lo haga como consecuencia de que se tomen una serie de medidas. Por lo tanto, no sé si vamos a salir en forma de ‘V’, de ‘U’ o de ‘L’ porque, como le digo, todo va a depender de la evolución del propio virus y, en segundo término, de la velocidad y el acierto con que se adopten las medidas necesarias; medidas que se tienen que abordar de una manera sincronizada desde un escenario europeo, español, vasco y empresarial.

¿Afecta a la hoja de ruta prevista para el cuatrienio 2021-2025?

Afectará sin duda a la estrategia de negocio, ya que va a haber cambios en la demanda, porque muchos hábitos van a cambiar. Desde el punto de vista de la oferta, también prevemos cambios, ya que habrá competidores que desaparecerán. Aparecerán nuevos que serán fuertes y seguramente habrá que reposicionarse, y por consiguiente también tendremos nuevas posibilidades. El cambio climático, la descarbonización, más I+D y con más acierto, digitalización, 4.0, etc. van a ser las olas que vamos a tener que coger para conseguir ventajas y no navegar sin rumbo en un mar que va a estar muy complicado.

Sin embargo, la Política Socioempresarial que llevamos al congreso del próximo 22 de julio, creo que no debería sufrir cambios de importancia. En ella se establecen unos pilares que unen nuestra forma de ser como movimiento cooperativo y lo que el futuro nos demanda para ser más competitivos.

Vías de solución

¿En tu opinión, cuál va a ser la solución a esta pandemia?

Mucho trabajo y tener y transmitir confianza. Un problema global necesita soluciones globales, pero la pugna chino-americana por el liderazgo mundial nos traerá también en este asunto nuevos episodios impredecibles. Es el momento de Europa que, en lugar de dejarse arrastrar por decisiones de otros, debe unirse y asumir el papel que le corresponde en el mundo. Para ello, se necesitan líderes que entusiasmen con objetivos comunes y que reduzcan los egoísmos, a veces hasta entendibles, porque las consecuencias de una ruptura no serían nada buenas, ni siquiera para los mejor posicionados. Es el momento de que el Norte ayude al Sur y no va a ser suficiente solo prestar.

Medidas para salir de la crisis: se tienen que abordar de una manera sincronizada desde un escenario europeo, español, vasco y empresarial.

¿La solución pasa únicamente por Europa?

No solo por Europa. También más cerca hace falta que la política se centre en encarar los verdaderos y mayores problemas que tenemos. Para ello son necesarios consensos de país y no solo a nivel político. Todos debemos de ser conscientes de que nos hemos empobrecido y que debemos de soportar entre todos el esfuerzo necesario. Es fundamental la reactivación de la demanda y la recuperación de la actividad y soportar de una manera justa esa transición de las personas y las empresas más castigadas y desarrollar más industria de futuro, con más I+D, más digitalización y más internacionalizada.

Una nueva industria soportada en una transición ecológica sin asfixias y en un modelo de empresa enfocado realmente en los ODS’s y sobre todo basado en la cooperación. Hace falta liderazgo, mucho pragmatismo y máxima colaboración.

¿Alguna lección que hayas aprendido de esta pandemia?

Dos, principalmente. La primera es que, en este mundo global, tecnológico e interconectado, no hay empresa que esté a salvo. Somos muy vulnerables. Y la segunda es que no hay que parar. Con cabeza, con estrategia, y con las mejores personas. Todo esto no solo desde el punto de vista del conocimiento, que también, sino con tecnología, digitalización, etc. y siendo conscientes de que no basta con andar, tenemos que correr.

¿Cómo ves el futuro?

Tenemos ante nosotros un enorme reto y necesitamos aportar colectivamente lo mejor de nosotros mismos para salir de este desastre y aunque tenemos que mirar al futuro con optimismo, hemos de ser conscientes que el escenario de los próximos meses es terriblemente comprometido. Pero debemos afrontarlo desde el convencimiento de que nuestro modelo cooperativo nos ayudará, y mucho, a superarlo.

¿Algún mensaje a nuestras cooperativas?

Nos va a tocar sufrir, pero vamos a salir también de ésta.

Entrevista publicada en la revista TU Lankide.