“Prácticamente todas las empresas vascas implantadas en China han reanudado ya su actividad”

Muchas personas que gestionan organizaciones tanto en el ámbito público como el privado miran ahora a China, el primer país golpeado por la pandemia global del coronavirus (la enfermedad Covid-19) y que ahora afronta una nueva fase, la del fin del confinamiento y también la de la reactivación de la actividad económica.
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06/04/2020

En este contexto Mikel Yang, responsable de la oficina exterior en China de la Agencia Vasca de Internacionalización-Basque Trade & Investment (BTI) , integrada en el Grupo SPRI, explica cómo han vivido la crisis sanitaria las empresas vascas y los retos que ya afrontan en este nuevo momento de recuperación.

¿Cuántas empresas vascas hay implantadas en China en estos momentos?

A finales de 2019, alrededor de 149 empresas vascas han establecido 222 implantaciones en China, entre ellas, 80 implantaciones y el resto son implantaciones comerciales y de servicios.

¿Cuáles son los sectores que predominan entre las empresas vascas ubicadas en China? ¿Y las empresas más relevantes?

Los principales sectores son: automoción, máquinas herramienta y sus componentes, energía y material eléctrico, herramientas y productos metálicos, ingeniería y consultoría, transporte y logística…

En China están implantadas empresas tan representativas como Batz, CIE Automotive, Fagor Ederlan, Gestamp, Inauxa, Maier Group, Matz Erreka, RPK, Mondragón Assembly, Fagor Arrasate, Fagor Automation, Ona, Danobat, Loramendi, Juaristi, Ibarmia, Ormazabal, Arteche, Gamesa, Iraeta, CAF, Aernnova, Sparber, Vasco Shipping, entre otras muchas.

¿Cómo han actuado las empresas vascas ante el Covid-19?

Como el Año Nuevo Lunar de China coincidió con el inicio de un brote a gran escala de Covid-19 en enero, la mayoría de las empresas vascas cerró a partir del 20 de enero y los empleados regresaron a sus casas. Después de las vacaciones del Festival de Primavera, debido al brote completo de Covid-19 en China, la mayoría de las provincias en China han implementado medidas estrictas de cierre para restringir los viajes y todas las actividades. Casi todas las empresas vascas han permanecido cerradas hasta mediados de febrero, momento en que la epidemia estuvo controlada relativamente. Durante este período, las actividades de producción estuvieron casi estancadas, pero la labor comercial se limitó al teletrabajo.

A partir de mediados de febrero hasta la actualidad, prácticamente todas las empresas vascas implantadas en China han reanudado su actividad con una tasa media del 90%, así como con la gran mayoría de su personal.

¿Cuál es la situación de las personas vascas expatriadas?

Existen situaciones diversas. La mayoría de las empresas que tiene expatriados los mantiene fuera de China. No obstante, algunos sí permanecen aquí y han reanudado el trabajo en cuanto los gobiernos locales se lo han permitido. Quienes vuelvan tanto de otras provincias de China como los que viajen desde Euskadi a China estarán sujetos a cuarentena, siguiendo las instrucciones que establezcan las autoridades chinas.

Dado que los gobiernos locales imponen medidas de manera arbitraria y discrecional, algunos expatriados estaban a la espera de poder volver cuando la cuarentena no fuera necesaria. No obstante, dada la situación en Europa y después de que se haya decretado estado de alarma en España, esta medida recae obligatoriamente sobre todo aquel que viaje desde España a China.

¿Y qué está sucediendo ahora que termina el confinamiento?

En la mayor parte de los casos se ha vuelto al horario habitual de trabajo, aunque sigue habiendo alguna empresa que realiza su actividad a tres relevos o de manera telemática para evitar los contagios entre la plantilla de las empresas.

Las empresas centradas en la actividad comercial están teniendo menos problemas para reanudar la actividad (aunque existen aún algunas que han sufrido una gran paralización), ya que están recibiendo un impacto menos significativo que las empresas exclusivamente industriales, pues estas últimas dependen de los suministros de proveedores chinos en su gran mayoría.

¿Ha habido dificultades para volver a poner en marcha las empresas?

La mayor dificultad se ha relacionado con las instrucciones de los gobiernos locales para dar luz verde y aprobar las instalaciones y el modus operandi de las empresas para volver al trabajo. Este requisito ha implicado la recopilación de documentos, cuarentenas para los trabajadores, esterilización de máquinas, registros y controles, preparación de equipos de protección personal, medidas higiénicas, etc., que han retrasado en un momento inicial en la mayor parte de los casos la reapertura de las fábricas y oficinas.

Igualmente, la coordinación para el teletrabajo ha supuesto un reto, aunque esto puede significar una transformación y desarrollo para el aprendizaje de las empresas vascas en el uso de los recursos telemáticos.

Finalmente, tanto las limitaciones de viajes comerciales, como los ya mencionados problemas logísticos han supuesto una ralentización de las operaciones de compra y recepción de materias primas, etc., que afectan directamente a la actividad de las empresas.

¿Cuál es el ambiente que se respira entre las empresas vascas en China?

Salvo algunas excepciones, hay incertidumbre acerca de cómo va a evolucionar esta epidemia y qué impacto va a tener en su negocio. Si inicialmente había una visión negativa y recelos hacia el producto y mercado chino, la expansión de esta epidemia a nivel global ha trasladado la preocupación de lo que ocurre en las filiales instaladas en China a lo que pueda ocurrir en las matrices en Euskadi.

La persistencia de las autoridades chinas tras 2 meses de epidemia ha conseguido estabilizar significativamente la situación en el país, lo que muestra la gran capacidad de reacción que ha tenido China. No obstante, es innegable el impacto que esta epidemia ha tenido en el mercado chino y en su economía.

¿Afecta que, aunque en China se esté en otra fase, el resto del mundo esté ahora combatiendo el virus?

La epidemia ahora se ha convertido en una pandemia mundial, que afecta a casi 200 países y regiones. Como el mayor exportador e importador del mundo, la economía de China está altamente integrada con la economía mundial. La UE, la ASEAN y los Estados Unidos son los tres principales socios comerciales de China, y las economías de estas regiones se verán afectadas por la epidemia, afectarán directamente el desarrollo de la economía de China.

Es difícil predecir la dirección futura de la economía china. El Gobierno chino espera alcanzar los objetivos de desarrollo económico y social establecidos en el plan quinquenal para este año, pero los expertos y empresarios tienen grandes preocupaciones. En la actualidad, la tarea principal del Gobierno chino es ayudar a las empresas a reanudar el trabajo y la producción para minimizar al máximo las pérdidas.

En general, la economía de China debería continuar creciendo este año, pero es difícil predecir si será del 3% o del 5%. A medio y largo plazo, los fundamentos del rápido desarrollo económico de China no han cambiado, y todavía tiene una fuerte capacidad de recuperación.

¿Alguna de las empresas vascas ha modificado su producción para adaptarse a la situación?

En la actualidad, la mayoría de las empresas vascas todavía están ejecutando e intentando restablecer sus pedidos antes del brote. Las actividades productivas y comerciales recientes no se han visto muy afectadas. Sin embargo, con el brote global de la pandemia y la desaceleración de la economía china y la economía mundial, algunas empresas en China, junto con su sede central en Euskadi, sí se están preparando para ajustar su producción a medio plazo en respuesta a la situación actual.

¿Están movilizando su fuerza productiva para responder a las necesidades que haya en Euskadi en términos de material sanitario u otros? 

Debido a que la mayoría de las empresas vascas en China se concentran principalmente en la industria y no en el ámbito de la salud o de la confección y textil, sus principales actividades de producción no se han movilizado a la producción directa de materiales médicos y antiepidémicos, a excepción de alguna empresa vasca de equipos, con lanzamiento oportuno de equipos de producción de prevención de epidemias, como líneas de producción de mascarillas. Y algunas empresas han hecho o están intentando comprar materiales relevantes en China y exportarlos a sus oficinas centrales en Euskadi.

¿Están encontrando dificultades con esos envíos?

La exportación de esos materiales a Europa ha encontrado un importante cuello de botella, que se concentra principalmente en estos tres aspectos:

Dificultades logísticas: tanto en China como en Europa, el gran problema es que ahora mismo todo depende de lo que digan las líneas aéreas. Los espacios desde China están bastante saturados; muchas compañías han dejado de operar a Europa o han reducido considerablemente los vuelos. Y cuando dan algún espacio, es con muchos días de espera y a unos precios muy elevados.

Riesgos de materiales controlados por el Estado: el proceso de importación y distribución de dichos materiales médicos y antiepidémicos se está centralizando y coordinando en muchos países europeos, a través del Gobierno central. Al hacer el Despacho de Importación, están totalmente en manos de esos gobiernos centrales. En muchos países europeos sacan algún tipo de orden, que todo importador o fabricante debe cumplir, y ellos deciden qué hacer con la carga…). Es decir, la mercancía podría ser requisada por el Gobierno central. En particular, los envíos de gran cantidad que necesitan ser transportados de tránsito en otros países europeos enfrentan mayores riesgos.

Riesgo de Certificación: en la actualidad, en China, muchos intermediarios no calificados utilizan la falta de comprensión por parte de las empresas chinas de las regulaciones de la UE, engañan a las empresas, que toman decisiones equivocadas y emiten certificados CE no válidos, lo que hace que las empresas se enfrenten a grandes riesgos comerciales durante el proceso de exportación a la UE.

Entrevista publicada en: https://www.spri.eus/