Robtrusion reconocido en los premios Toribio Echevarria

La Escuela Politécnica Superior de Mondragon Unibertsitatea y la empresa de barnices y pinturas Industrias Químicas Irurena llevan más de una década colaborando, especialmente a través del grupo de investigación de plásticos y composites. Irurena cuenta con una dilatada experiencia en el curado ultravioleta del recubrimiento industrial, y gracias a la colaboración con la Universidad, se ha desarrollado el proceso de pultrusión con curado ultravioleta fuera del molde. Una solución única para la fabricación de perfiles curvos de composite con diferentes radios y orientaciones. 

Como resultado del trabajo colaborativo de las dos organizaciones, se está llevando a cabo la creación de una nueva línea de negocio, la startup industrial Robtrusion. La propuesta de valor de Robtrusion ha sido reconocida durante los premios Toribio Echevaría 2022, donde el equipo ha sido galardonado con el premio Nueva Empresa. El premio está dotado de 10.500€, programas de apoyo para el estudio de viabilidad, inscripciones a jornadas y formaciones del ámbito del emprendimiento y la industria etc. 

Situación del proyecto

Los estudios realizados hasta el momento remarcan que el sector naval se postula como el más idóneo para esta novedosa tecnología de Robtrusion, ya que permite fabricar los perfiles curvos de las embarcaciones de manera automatizada. De hecho, Robtrusion se encuentra en el proyecto europeo FIBRE4YARDS, cuyo objetivo es la implantación de nuevas tecnologías en el sector naval.

Las primeras máquinas ya se han instalado en el laboratorio de la universidad y el reto a corto y medio plazo será preparar la tecnología para dar el salto al mercado lo antes posible. Robtrusion será una startup compuesta por cinco profesionales y dos doctorandos y actualmente se halla inmersa en la certificación tanto del proceso como de los componentes fabricados, a la vez que prosigue activamente con el estudio de mercado. Los resultados obtenidos hasta el momento remarcan que el sector naval se postula como el más idóneo para esta novedosa tecnología debido a las amplias posibilidades que ofrece en la fabricación de perfiles curvos que dan forma a los barcos. La primera línea pre-industrial ya se ha instalado en el laboratorio de composites de la universidad y se está trabajando en la fabricación de piezas para diferentes aplicaciones.