La empleabilidad, objetivo compartido

Un Consorcio formado por MONDRAGON, Alecop, Udalaitz, Mondragon Unibertsitatea y Miguel Altuna Lanbide Heziketa Institutua ha impulsado un programa de cualificación y recualificación para personas de Udalaitz y de Cikautxo. El proyecto se puso en marcha hace dos años con un presupuesto de 350 mil euros y ha contado con la financiación de CEPES, Fondo Social Europeo y LagunAro, EPSV.
23/03/2023

Cualificar tiene dos acepciones en el diccionario de la Real Academia de la Lengua: por un lado, es atribuir o apreciar cualidades y especializar a alguien para desempeñar un trabajo. Recualificar, por su parte, es volver a cualificar. Asumido el reto conjunto y bajo el paraguas de la empleabilidad, el Consorcio formado por Corporación MONDRAGON, Udalaitz, Alecop, Miguel Altuna Lanbide Heziketa Institutua y Mondragon Unibertsitatea, se puso manos a la obra.

"La digitalización es una realidad que requiere de respuestas y también existen retos como el demográfico, con equipos de trabajo cada vez más veteranos que necesitan recualificarse"

El reto no es menor; activar el conjunto de aptitudes y actitudes que permiten a las personas conseguir y conservar un empleo en un entorno de fabricación que se está digitalizando de forma acelerada. Y la primera experiencia, tras dos años y medio, ha llegado a su fin. Ha sido una experiencia piloto satisfactoria para todos los actores, con resultados que han superado las previsiones iniciales.

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Janire Ereño, Alaitz Kristobal, Iñigo Larrea y Nieves Alcain, en las instalaciones de Miguel Altuna Lanbide Heziketa Institutua.

Hemos reunido a Iñigo Larrea (MONDRAGON), Alaitz Kristobal (Miguel Altuna Institutua), Nieves Alcain (Alecop), Janire Ereño (Udalaitz) y Urtzi Gurutziaga (Cikautxo) para hablar del proyecto denominado ‘Recualificación y transformación digital en fabricación avanzada: empleabilidad y recualificación de las personas’.

“Los cambios en el ámbito industrial son cada vez más rápidos y necesitamos adaptarnos a ellos cuanto antes. La digitalización es una realidad que requiere de respuestas y también existen retos como el demográfico, con equipos de trabajo cada vez más veteranos que necesitan recualificarse”. En ese contexto se puso en marcha la iniciativa. Para Iñigo Larrea, el proyecto que acaba de finalizar, “es un proyecto significativo y que se ha trabajado de forma conjunta, con el ecosistema de MONDRAGON y en intercooperación entre diferentes organizaciones, con un resultado muy bueno”. 

Inicio del proyecto

La iniciativa arrancó con un estudio de necesidades previo realizado junto a Mondragon Unibertsitatea y se identificó un ámbito claro: la digitalización de las fábricas y sus retos. “Tras el análisis de necesidades se pusieron en marcha dos formaciones. Una en el ámbito digital denominada Operario Digital de Montaje y otra en el ámbito de la logística, almacén-carretillero”.

“Tras el análisis de necesidades se pusieron en marcha dos formaciones. Una en el ámbito digital denominada Operario Digital de Montaje y otra en el ámbito de la logística, almacén-carretillero”.

La experiencia ha sido un éxito y desde el Consorcio ya piensan en la reedición de nuevos cursos, ‘a medida’ para cooperativas, formaciones adaptables y flexibles, con un temario y un curriculum desarrollado junto a la propia empresa, y otra línea de formación más general para las personas que en la actualidad se encuentran en Udalaitz. Precisamente, Janire Ereño, miembro de Udalaitz, se muestra encantada con la experiencia piloto que acaba de finalizar. “En Udalaitz la demanda de empleo se da principalmente en ámbitos industriales, en producción y logística. Y la experiencia de todos estos años nos ha enseñado que la empleabilidad y la polivalencia son muy importantes. El Consorcio y la formación que hemos impulsado desde el mismo nos ha permitido formar en ámbitos muy específicos y de futuro”.

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Contenidos digitales, adaptables y flexibles

La formación, estructurada en diferentes módulos, ha permitido al alumnado seguir los cursos de forma online, mediante una Tablet, y también en sesiones presenciales con el profesorado. “Unos cursos que se han adaptado a las necesidades del alumnado y a sus horarios y compromisos, pero que ha contado con una fidelidad enorme ya que muy pocas personas se han quedado por el camino, y la mayoría ha finalizado con la certificación“. Alaitz Kristobal es una de las coordinadoras de Miguel Altuna Institutua, el centro de formación profesional de Bergara donde se ha llevado a cabo el primero de los cursos, con profesorado propio. “El feedback que hemos recibido ha sido muy bueno y nos permite soñar con nuevos cursos”, asegura.

La formación, estructurada en diferentes módulos, ha permitido al alumnado seguir los cursos de forma online, mediante una Tablet, y también en sesiones presenciales con el profesorado

Alecop también ha participado en el proyecto y le ha tocado, junto a Cikautxo, organizar y diseñar el curso desarrollado en la propia cooperativa. Para Nieves Alcain la experiencia ha merecido la pena. “En Cikautxo hemos contado con la colaboración inestimable de la propia cooperativa y hemos querido dar respuesta a las necesidades propias de la organización”. Los cursos a doc han permitido formar y recualificar a varios operarios de la cooperativa ubicada en Berriatúa.

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“Cikautxo tiene ocho plantas de producción en el mundo y en muchas de ellas, como en México, India o Eslovaquia, estamos triplicando las plantillas. Por lo que necesitamos estandarizar la formación, generar una plataforma que nos permita, de forma ágil, completar sesiones formativas y cualificar a nuestras personas"

Urtzi Gurutziaga es responsable de industrialización del negocio de Tubería de Conducción de Fluidos en Cikautxo y una de las personas que ha participado de forma activa en la promoción de las formaciones. “Cikautxo tiene ocho plantas de producción en el mundo y en muchas de ellas, como en México, India o Eslovaquia, estamos triplicando las plantillas. Por lo que necesitamos estandarizar la formación, generar una plataforma que nos permita, de forma ágil, completar sesiones formativas y cualificar a nuestras personas, y esta primera experiencia ha sido muy buena”.

Los resultados y la valoración final de los cursos han sido excelentes. Ahora toca seguir trabajando. Seguir diseñando nuevos cursos, con nuevos partners, y en cooperativas con necesidades concretas. Para el Consorcio no ha hecho más que empezar, y pronto seguirán dando de comer al objetivo compartido, la empleabilidad. 

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